Prohíbe el Presidente de México, el consumo de maíz transgénico

* Se persigue consolidar la soberanía y seguridad alimentaria, en un insumo central de los mexicanos

*Al respecto, el gobierno de México, enfrenta una disputa con Estados Unidos

 * Se trata de un negocio de 5 mil millones de dólares, que involucra a empresas trasnacionales

* Bioherbicidas y prácticas agroecológicas, las distintas alternativas al glifosato, presentadas por Conacyt

A fin de revocar y no autorizar más, el uso de maíz genéticamente modificado que a la alimentación humana se destine y el del glifosato (un herbicida muy usado en el campo), un decreto emitió el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, publicado en el Diario Oficial de la Federación, en lunes 13 de febrero del 2023.

Sustituye este decreto a uno de diciembre del 2020 y persigue el objetivo de especificar el objetivo y alcance de las políticas públicas, así como de eliminar cualquier posible imprecisión del texto anterior, que a interpretaciones diversas se prestó, según detalló en posterior comunicado la Secretaría de Economía (SE).

Estrictamente al maíz se acota –explicó el decreto–, por lo que a esta regulación no quedan sujetas la soya, la canola, el algodón y el resto de las materias primas. Además, se establece una categorización del maíz según su uso, para evitar confusiones: Alimentación humana (masa y tortilla), forraje e industrializado para alimentación humana.

Prohíbe el decreto, el uso de maíz genéticamente modificado para la masa y la tortilla, por lo que no afecta al comercio ni a las importaciones –de acuerdo con la SE–, porque entre otras razones, en la producción de maíz blanco libre de transgénicos, México es de sobra autosuficiente.

De consolidar tal soberanía y seguridad alimentaria, en un insumo central en la cultura de las y los mexicanos, es de lo que se trata.

En un momento, en el que enfrenta una disputa con Estados Unidos sobre el comercio de maíz transgénico, se da la decisión del gobierno mexicano, pues se trata de un negocio de alrededor de 5 mil millones de dólares, en el que grandes empresas trasnacionales están involucradas, de acuerdo con datos oficiales.

Como parte de los amagues de ese país, de llevar el tema a un panel por supuestas violaciones al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), el plazo impuesto por Estados Unidos para que México explicara a su socio comercial, las bases científicas de las prohibiciones contra el maíz transgénico y el glifosato, terminó en este martes 14 de febrero.

En este mismo día entró en vigor el decreto referido, sin embargo, para el desarrollo y escalamiento de las acciones previstas, establece un periodo de transición comprendido hasta el 31 de marzo de 2024, lo cual implica una prórroga respecto al 31 de enero de 2024, previsto en el decreto anterior.

Se elimina la fecha límite para prohibir el uso de maíz genéticamente modificado para el forraje y la industria, quedando sujeto a que exista suficiencia en el abasto y, para lograr una transición ordenada, se instalarán mesas de trabajo, con el sector privado nacional e internacional.

La protección del derecho a la salud y a un medio ambiente sano, del maíz nativo, de la milpa, de las comunidades campesinas, de la riqueza biocultural y del patrimonio gastronómico, así como garantizar la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad, tiene como objetivo principal el decreto publicado, detalló el gobierno en su exposición de motivos.

Por último y en lo que al glifosato se refiere, afirma que bioherbicidas y prácticas agroecológicas (aplicables a cualquier escala de producción y a diversos cultivos), son las distintas alternativas viables, de probada efectividad y con potencial para prescindir de él y los herbicidas hechos con base en esa sustancia, que ha presentado el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), sosteniendo que para sustituirlo, en el mercado hay 12 alternativas: cinco productos agroecológicos que están en desarrollo en México y siete bioherbicidas disponibles a nivel mundial.