Fenómeno de baja mar no es alerta de tsunami: Protección Civil

ACAPULCO, GRO.- El fenómeno registrado en las playas de Acapulco el pasado 17 de febrero, el cual ocasionó que bajara el nivel del mar, de ninguna manera anticipa la ocurrencia de un tsunami, ni de ninguna otra situación de peligro, informaron el Secretario de Protección Civil de Guerrero, Marco César Mayares Salvador, y el director de Monitoreo y Análisis de Riesgos de la misma dependencia, Roel Ayala Mata.

Lo que también es conocido como “Baja mar”, agregó Mayares Salvador, no compromete la seguridad de los bañistas; esto ocurre cada año en el estado de Guerrero pero el de hace días fue el más notorio, e incluso “hubo manifestaciones en las redes sociales que hablaban de un posible tsunami” lo cual es totalmente falso.

Son situaciones cíclicas; algunos le han llamado erróneamente mar de fondo, lo cual simplemente se refiere a la agitación del agua marina afectada por el viento, explicó el meteorólogo Ayala Mata.

Agregó que lo ocurrido en el mar hace días, y que tenemos en todo el pacífico mexicano, es un fenómeno llamado contracorriente marina ecuatorial, y aun cuando mucha gente dice que son causados por tormentas en el Pacífico Sur, esto no es posible, sino que tiene más que ver con la influencia que ejerce la fase de luna llena principalmente.

Por otra parte, el director de Protección Civil dio a conocer que las regiones Centro, Norte y La Montaña, del estado de Guerrero, son las que más incendios forestales registran cada año, y que destacan los municipios de: Chilpancingo con 3 incendios a la fecha y 74.25 hectáreas afectada; Acapulco, con 4, y 96.35 hectáreas; Atenango del Río con 78.9 hectáreas, y Juan R. Escudero con 273.8 hectáreas afectadas.

Declaró que el 95% de incendios que ocurren son provocados por la mano del hombre, ya sea por la quema de basura o del tlacolol, que se efectúa para preparar la tierra para la siembra y no tienen la debida precaución.

Recordó que el año pasado, hasta el día 21 de febrero, se habían registrado 30 incendios forestales con 992 hectáreas siniestradas; en la misma fecha, pero de este año, es decir ayer, llevábamos 26 incendios pero con una superficie mayor de afectación: mil 267.52 hectáreas.

Destacó que entre las consecuencias, aparte del daño al medio ambiente, está la concurrencia de enfermedades respiratorias y gastrointestinales entre la población cercana a donde ocurren los siniestros, cuya temporada estaba prevista iniciar a partir del 15 de marzo, pero que evidentemente ya se adelantó.

(Con información de Izamar Ramírez).

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