Astudillo y la estadística, “tabla de salvación”

De acuerdo a un boletín difundido por la Dirección de Comunicación social del gobierno del estado el pasado 31 de enero: “…el gobernador Héctor Astudillo Flores presidió la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz, donde se destacó el reporte presentado por el presidente Andrés Manuel López Obrador en cuanto a índices delictivos y en el que Guerrero aparece con cifras positivas”.

Y se agrega en el mismo: “En la sesión se analizó también la tabla presentada este viernes por el presidente Andrés Manuel López Obrador, respecto a los estados y su incidencia en delitos, reporte en el que Guerrero se coloca en décimo lugar con 23 casos de homicidios dolosos del 24 al 30 de enero, mientras que el primer lugar de la tabla la ocupa Guanajuato con 114 víctimas mortales”.

Es curioso leer como el gobernador del estado, Héctor Antonio Astudillo Flores, en últimas fechas se aferra a cifras estadísticas sobre incidencias delictivas, sobre todo, aquellas que mencionan que van a la baja, ya sea en comparación con el año anterior, hace cinco años o hasta hace 10 años, el objetivo es que se diga que los índices van  a la baja o como en este caso lo subraya el gobernador.

Se asemeja a un náufrago que encuentra una tabla en medio del mar y que no la soltará hasta que no pase algo mejor en la situación en que se encuentra, digo, haciendo una comparación sobre esos datos estadísticos.

De verdad, de verdad, los datos estadísticos son correctos, son reales, fidedignos o confiables, sobre todo porque sabemos que quienes alimentan esos datos, son las propias fiscalías de los estados y la nuestra, no tiene muy buenas referencias en su desempeño.

Ahora nos salen que del 24 al 30 de enero, siete días para ser exactos, y nos dan estas estadísticas, es como si nada más estuvieran viendo en que momento, en que día se puede presumir de una disminución del índice de inseguridad, en papel, porque la percepción ciudadana es otra y esa no sabe de “número fríos”, como aseguran las propias autoridades.

A poco si, en esa semana de enero, basan el trabajo del combate a la inseguridad con repercusión en Guerrero, como festina nuestro gobernador, de ¿verdad?

Tan solo un dato, el fin de semana pasado, fue uno de los más violentos en Acapulco y la muerte de los 10 músicos en Chilapa fue aproximadamente 15 días atrás, si a ello le agregamos las muertes diarias que se viven en todo el estado, llámese Chilpancingo, Acapulco, Zihuatanejo, Iguala, la estadística sería mucho más de lo que las autoridades estatales nos presumen en una semana.

Resulta ocioso para los ciudadanos guerrerenses, que nos digan que de “acuerdo a cifras estadísticas”, de quién sabe quién -póngale la dependencia de su elección- los índices delictivos van a la baja.

Mejor hay que ponerse a trabajar y dejar a un lado “la tabla de salvación” a la que se aferran, para justificar un trabajo que no se percibe en los hechos.