Coyunturas políticas: Universidad sin alumnos

* Cada vez más grave el dengue

Rafael Solano

El rector de la universidad estatal, es decir Javier Saldaña Almazán, hizo un llamado urgente a los jóvenes egresados del nivel bachillerato a ingresar a alguna de las carreras en riesgo de desaparecer precisamente porque no hay alumnos. Se trata de geografía, antropología, recursos maderables, sociología, filosofía y literatura. Destaca el hecho que tres de reciente creación y las otras tres, de una sola escuela que cuenta con la pavorosa cantidad de cuatro licenciaturas.

El problema es grave porque es reflejo que caló en el ánimo estudiantil que hace un par de meses, una encuesta indicara que la de Guerrero es la Universidad que ocupa el penúltimo lugar nacional en cuanto a calidad académica y otros estándares, apenas por encima del bodrio llamado Universidad de la Ciudad de México que fundara, durante su periodo de gobernador de la capital del país el ahora presidente de la república saliente.

Es obvio que Saldaña Almazán está preocupado porque, a pesar de toda la publicidad que puso en el pasado cercano para resaltar que bajo su conducción, la institución avanzaba a pasos agigantados hacia los primeros lugares de excelencia académica, el nivel de licenciatura cada vez está más desértico. Preocupado también porque en la lógica de la eficiencia presupuestaria no se puede ni debe invertir en aquello que resulte gasto inútil, ya sea fabricar vehículos que resulten más caros de hacer que en lo que se puedan vender o producir maíz con semilla mejorada en tierra estéril. Carece de lógica simple, el simple hecho de pagar a docentes que no tienen a quien enseñar.

El problema puede ser mayúsculo porque además de cerrar algunas escuelas donde no llegan alumnos, se debe prácticamente echar a esos docentes que no tendrán ninguna utilidad para la Universidad estatal. Por supuesto que esa circunstancia de tener menor matrícula implica la reducción del subsidio. Quizá por eso es que el rector hace un llamado urgente y destaca que hay 40 carreras disponibles.

Un dato adicional es que las carreras de medicina y enfermería están saturadas. Al parecer, son las únicas profesiones que garantizan empleo. Ser antropólogo no deja; ser filósofo tampoco. Dato anecdótico: encuentro a un maestro de la preparatoria más añeja de Chilpancingo en una cafetería. Antes de iniciar la plática, irrumpe un grupo de jóvenes. Fueron sus alumnos que ya salieron de tercer año. Le dicen que si les puede recomendar alguna escuela superior. Tras sorber su taza de café, responde: “A cualquiera que les guste, pero fuera del estado”. Lo miran desconcertados. Una joven mujer de rasgos orientales interviene y dice sonriente: “Gracias por su sinceridad”. Al alejarse el grupo de jóvenes, voltea a decirme: “Yo vivo de la Universidad, pero no la puedo recomendar”.

PASANDO A UN TEMA DISTANTE, Guerrero ya tiene un pri9mer lugar: en enfermos de dengue. A mediados de la semana transcurrida, sumó tres muertos con lo que suman 12 reconocidos oficialmente en lo que va del año, lo que representa un crecimiento del 600 por ciento en muertes por esta enfermedad comparado con el año anterior, cuando a la misma fecha había dos fallecidos.

Con el registro de 167 nuevos casos confirmados de dengue en la última semana de julio, Guerrero cuantifico 4 mil 333 pacientes en lo que va del año; a esta cifra se suman los llamados casos probables que son 24 mil 759. A pesar de estar en primer lugar en contagios, está en segundo lugar en la incidencia de fallecimientos por esta enfermedad, ya que el primer lugar lo tiene Morelos.

De los 4 mil 333 casos confirmados de dengue 2 mil 733 fueron considerados como casos graves o con signos de alerta por lo que el paciente tuvo que recibir atención médica internado en un hospital; los restantes mil 600 se atendieron de manera ambulatoria al tratarse de casos no graves.

En fin, azota esta vez el dengue; hace poco fueron los incendios forestales y a la par de la embestida del alado insecto transmisor de la dolorosa y en ocasiones mortal enfermedad, se da la violencia causada por grupos criminales. El año pasado, dijeron los encargados de prevenir el contagio que tardó en darse la fumigación porque descubrieron que el que adquirían los anteriores encargados era de mala calidad, encargaron otro y se demoró para llegar. En justificaciones nunca fallan.

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