Un paso más cerca: la pomada que vuelve transparente la piel

Una comparación entre el antes y el despues del aplicar la pomada con el pigmento en ratones. Foto: QUO

Gil Antonio Rivera de la Cruz

Todos hemos soñado con ser invisibles, bueno, pues parece que cada vez estamos más cerca de conseguirlo, pero no como estás pensando. Cuando vamos a nuestro centro de salud, siempre tenemos que recurrir a técnicas de imagen costosas para conocer el interior de nuestro cuerpo (rayos x, ultrasonido, etc.); algunas incluso llegan a ser muy invasivas, pero: ¿qué pasaría si existieran técnicas más sencillas?

El jueves 5 de septiembre de este año, un grupo de científicos de la Universidad de Stanford (Estados Unidos), publicó en la revista “Science” sus avances, al volver temporalmente transparente la piel de ratones vivos gracias a una pomada hecha con un colorante común, lo que permite ver el funcionamiento de algunos órganos internos.

Para lograr esto, ocuparon Tartrazania o Amarillo N.º 5, un colorante que se usa en alimentos como las frituras conocidas como “Cheetos”, para darle su característico color naranja.Este colorante está certificado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), por lo que se esperaba que no tuviera ningún efecto biológico adverso.

¿Cómo funciona?

Si alguna vez has puesto la mano en una linterna encendida, te habrás dado cuenta de que la piel brilla en un tono rojo, pero no permite ver estructuras más profundas como los huesos o músculos, esto se debe a la dispersión de la luz.

Imagina que en nuestro cuerpo hay una serie de globos de diferentes tonos; los lípidos son opacos, por lo que no permiten el paso de la luz; por otro lado, los globos transparentes representan al agua.

Cuando añadimos la pomada, es como si estuviéramos induciendo un nuevo tipo de globos que se une a los globos opacos (que representan los lípidos) y los vuelve más traslúcidos, permitiendo que la luz pase a través de ellos con más facilidad.

Resultados

Cuando los investigadores rasuraron a los ratones y aplicaron la pomada con el colorante, pudieron crear una ventana naranja al interior de estos animales. Como resultado, pudieron observar cómo latía el corazón de cada ratón y cómo su sistema gastrointestinal empujaba el alimento a través del intestino.

Al usar un microscopio, pudieron ver otros tejidos como las fibras musculares de la pata afeitada de un ratón, que hasta ahora solo se podían ver con un endoscopio.

Además, aplicaron el tinte en el cuero cabelludo de un ratón y con la ayuda de un colorante fluorescente rojo oscuro, los investigadores pudieron ver cómo se activaban las neuronas en las capas más externas del cerebro (la delgadez del cráneo de los roedores hace que sea traslúcido). En un futuro, esta información podría ocuparse para ver cómo se comporta el cerebro de un ratón, cuando este hace una actividad.

Aunque todavía no hay pruebas en humanos, según los investigadores, esta técnica parece muy prometedora. Pero habrá que estudiar más a fondo la forma de metabolización de este colorante, además no se sabe si funcionará de la misma forma en la piel humana, ya que esta es 10 veces más gruesa que la de los ratones.

Ya veremos cómo se sigue desarrollando esta nueva técnica.

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