Tercera Vía: El fracaso de Jesús Urióstegui

Ernesto Rivera Rodríguez

Es tradición al cumplir cada año de gobierno, qué el titular del ejecutivo, en este caso la gobernadora Evelyn Cesia Salgado Pineda, asista al Pleno del Congreso del Estado, a dar un pormenor de cómo se encuentra el estado política, social y económica y dar un mensaje a sus gobernados, los guerrerenses.

Hoy su asistencia adquiere un significado especial al cumplir su tercer año de gobierno, la mitad de su administración.

Pero hoy, el Congreso está más cerca del gobierno de la Insula Barataria, qué lo que debería ser. Por ello existen grandes posibilidades, por no decir que será una realidad, con un mensaje claro de su molestia de qué mande un representante para cumplir con ese compromiso político. Al tiempo. Y no tarda.

Al presidente de la Junta de «conciliación» Política del Congreso del Estado, Jucopo, Jesús Urióstegui Garcia, de quién sus propias respuestas señalan y advierten de su incompetencia política y de su total falta de liderazgo, incapaz de generar resiliencia entre sus pares de morena, en tanto los diputados de las distintas fracciones de oposición, esperan desde las gradas, el resultado final de esas discordias por el poder.

El infantilismo político, cómo expresara Lenin, se placea en la LXIV Legislatura local, empantanada en la improductividad legislativa y atada por los diversos  intereses de los morenistas qué no ceden en nada, exhibiendo cómo un inútil al presidente de la Jucopo, que a todas luces, en ya cerca de dos meses ha mostrado, y de acuerdo la cuarta ley de Peter, su incompetencia…total, junto a la soberbia de sus pares.

La lealtad de Urióstegui está a punto de colapsar, y sus patrones ya han volteado a ver a quién tienen en el «dogoyut». Le han cerrado la caja de las finanzas en tanto crece la indignación de los 300 trabajadores del Congreso qué fueron despedidos por la nueva administración, además de la revuelta interna de brazos caídos que han tomado los diputados al estar practicando «el juego de la pirinola”,  sobre la mesa de los que les dan de comer, para repartirse el botín de las 36 Comisiones.

Ni cabe duda, su principio de 90% de lealtad y diez por ciento de lo que sea, no les está funcionando, tienen que buscar gente capaz, preparada, no solamente en obediencia y servicial a dónde lo manden, la política, tarde que temprano se las cobra caro. Guerrero no está para berrinches e infantilismos políticos.

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