Usuarios de bancos arriesgan su salud por su dinero

Realizando un breve recorrido por algunas calles de Acapulco, para ver cómo ocurre el acatamiento de las medidas establecidas por la Organización Mundial de la Salud, la Secretaría de Salud federal, la Secretaría de Salud y Servicios Estatales de Salud del estado de Guerrero, y la Dirección Municipal de Salud del Ayuntamiento de Acapulco, que persiguen el fin de evitar definitivamente la propagación del coronavirus, hoy miércoles uno de abril, nos percatamos que en banco Bancomer Bilbao Vizcaya Argentaria (mejor conocido por “Bancomer”), que se ubica entre el Zócalo de Acapulco y la Terminal Oviedo del Acabús, de una larga fila de usuarios esperando entrar a dicho banco, para realizar algunas operaciones en el mismo; algunos sin guardar la distancia de un metro con cincuenta centímetros, que es una de las medidas establecidas por las instituciones de salud ya mencionadas, actitud ésta de los usuarios bancarios, que se vio repetida de algún modo poco tiempo después, al pasar frentre al banco Citibanamex que se ubica en la avenida Cuauhtémoc y cerca del Cine Río y Mercado Central; y después, por el banco Santander de la misma avenida, que se ubica cerca de Bodega Soriana.

Uno de los establecimientos comerciales (de la gran mayoría que aún continúan abiertos), son las tiendas y el restaurant-café Woolworth, ubicados en la calle Juan R. Escudero del centro de Acapulco, este último el cual fijó un anuncio en su puerta, señalando que debido a la contingencia del coronavirus, por el momento abrirá a las 8:00 de la mañana y cerrará más temprano: a las cinco de la tarde, todos los días, poniendo al alcance de los consumidores y cerca de la entrada, un servidor de gel antibacterial, que de por sí ya estaba desde antes de esta contingencia; mientras las autoridades no dispongan otra cosa, señaló una empleada del lugar.

Por su parte, en la tienda “Elektra” (ubicada en la avenida Cuauhtémoc frente a la Clínica Nueve del Seguro Social), hay personal atento en la entrada, a que ninguna persona pase al mismo, sin que asee sus manos con gel antibacterial.

Casi al terminar el recorrido, este colaborador del semanario “La Palabra”, entró a una tienda “Oxxo” de algún lugar de la avenida Cuauhtémoc, a adquirir una recarga para su teléfono móvil, y al salir se percató de que todos los asientos que la tienda pone a disposición de los usuarios junto a una mesilla, estaban ocupados… Unas cuatro personas que estaban a una distancia de unos 50 centímetros una de la otra… Es el dilema entre el mantenerse dentro nuestros hogares, a fin de evitar la propagación del coronavirus, y el tener que salir a buscar el pan de cada día…

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