Con Buena Intención: El dilema aliancista

A poco más de la mitad del camino de la presente administración estatal y a menos de tres años de que se lleven a cabo las elecciones para elegir gobernador, alcaldes, diputados federales y locales, inició el reacomodo de fuerzas políticas que intentan demostrar que el triunfo de Andrés Manuel López Obrador, fue solamente un evento temporal o circunstancial y no será una herencia para los aspirantes de MORENA en Guerrero.

Quién sabe quién fue el primero en continuar con la tradición de no cumplir con el mandato constitucional, pero desde el momento en que rindieron protesta los senadores Félix Salgado Macedonio, Nestora Salgado y Manuel Añorve Baños, los dos primeros de MORENA y éste último del PRI, los tres bajaron la mano e inmediatamente la levantaron para decir literalmente “yo quiero”.

A unas semanas de su triunfo como Senador, Félix habría confiado que ese mismo día que rendía protesta, pediría licencia para recorrer el estado de Guerrero y agradecer por el voto para él y para AMLO y, además, aprovechar para explicar las bondades de la llamada Cuarta Transformación.

Alguien detuvo la intentona del oriundo de Las Querendas y apenas hace 15 días dio a conocer públicamente sus planes para recorrer el estado, solamente con su chofer, como dice que lo hizo en campaña.

Añorve hizo lo propio. No ofreció pedir licencia temporal, pero si inició una serie de recorridos de fin de semana por las siete regiones del estado; entre otras cosas, para hacer ejercicio junto con liderazgos priistas, tiempo aprovechado para dictar líneas discursivas sobre todos los temas mediáticos, su mero mole.

Por su parte, la senadora Nestora tiene concentrados los reflectores en la muy probable amnistía de unos 180 presos considerados como “políticos”, entre quienes se encuentran bajo esa lupa de la senadora de MORENA, los integrantes del CECOP detenidos en el penal de Las Cruces, encabezados por Marco Antonio Suastegui, el del grupo opositor al proyecto hidroeléctrico de La Parota. Este y otros atributos encontró el representante de MORENA ante Instituto Electoral en Guerrero, Sergio Montes y ya propuso a la senadora como posible candidata.

Mientras, en el PRD, el ex priista Ángel Aguirre Rivero, luego de no haber sido tomado en cuenta por AMLO en ninguno de los puestos de su gabinete, a pesar de haberse involucrado en las pasadas campañas aliancistas entre el PAN, PRD y MC, solicitando paralelamente el voto para López Obrador, ahora busca una alianza entre el PRD y el PRI, y de pasadita, califica a la dirigencia de MORENA como “soberbia”.

Antes de que reaccione el actual líder del PAN, Eloy Salmerón y se entregue plácidamente  a la propuesta de Aguirre, un grupo de consejeros y ex dirigentes del PAN, salieron ayer a decir que prefieren ir solos, con un candidato propio, sin alianzas con su eterno adversario electoral: el PRI.

El dilema, que no es para un pequeño grupo de panistas que añoran el aguirrismo, es ir aliados con el PRD, a pesar de que esta institución política incluyó en su programa de actividades legislativas la aprobación del aborto, iniciativa que rechaza el PAN y que ni siquiera considera entre sus prioridades un partido que se dice de verdadera izquierda, como MORENA.

Y es que el panismo de convicción ve poco conveniente una alianza electoral con el PRD, luego de la pérdida de su registro, como resultado de la declinación de su ex candidato a la gubernatura, el panista Marcos Parra. Lo que no ven los panistas, por conveniencia, el desprecio que tuvo la militancia panista cuando sentían como suya la Secretaria de Economía, resultado de una pésima negociación con Aguirre.

El señor Aguirre no solamente busca atraer a algunos panistas que han gozado de las mieles del poder las dos veces que ha estado al frente del gobierno de Guerrero, sobre todo aquellos que le lloraron públicamente (en su cuenta de Facebook), cuando no terminó su gobierno, ante el acoso de los familiares de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.

Es evidente que su deseo de Ángel, es que en la sucesión del gobierno de Guerrero, esté al frente Mario Moreno Arcos, y que ésta, su propuesta, sea bien vista por el gobierno de Astudillo, de manera que termine su encanto con su pariente Añorve y, en  consecuencia, que en los pasillos de la secretaria de Gobierno, por donde se le ve continuamente a Salmerón, se cocine el tema aliancista con el PAN.

En tanto que otra cosa ocurre, el aguirrista Moreno Arcos, ya acompaña más seguido al gobernador Astudillo en sus giras. Y, al viejo estilo, se toma la foto cargando niños, abrazando ancianos y dando un trato más ceremonial a las huestes priistas que lo han empezado a visitar más continuamente a su oficina.

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