El Halcón Peregrino: Entre “sangrones” y “caones”…

El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, durante su conferencia de prensa matutina del jueves 9 de mayo del 2019. FOTO: Presidencia de la República.

En el pasado lunes 13 de mayo, uno de los comunicadores más influyentes de los medios de comunicación en México, “Brozo”, en su programa matutino, hizo énfasis en que al Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se le debe de tratar como un político de carne y hueso, no como una deidad.

Ello, a colación por sus críticas vertidas en contra del periodista, empresario y político peruano Ricardo Belmont, quien elogió a Andrés Manuel López Obrador, en una de las conferencias de prensa matutinas que acostumbra dar el Presidente de México, correspondiente al pasado jueves 9 de mayo, y a colación con las airadas respuestas por parte de los simpatizantes de López Obrador, en contra del “Payaso tenebroso”.

«Ya es gobierno y se le tiene que tratar como al gobierno, no como a un santo, no como a un icono, no como alguien venido de las estrellas, no alguien parido del centro de la estrella, ¡No, ni madres!, sangra y caga y detenta el poder, al poder se le revisa, no se le aplaude», vociferó Brozo.

Ahora bien, tratando de apartar un asunto de carácter sociopolítico (y natural), de un enfoque de tipo religioso, puntualicemos primero, que hay imágenes religiosas que “ni sangran ni cagan”, ya que no son más que objetos de papel, yeso, madera o cualquier otra sustancia similar (creados por la mente y las manos humanas, y que más del 90% de los mexicanos, equivocadamente considera entidades divinas y con poderes), y por lo tanto, nada pueden hacer, más que de servir de instrumentos de control social, en beneficio de las clases dominantes… El Peje se mueve en otro ámbito: El ámbito del poder político… El ámbito del poder del Estado… Conformado al principio y al final de cuentas, por seres de carne y hueso… Que colaboran, pero que también se mantienen indiferentes y hasta se resisten y se oponen… Encuadrados en diferentes clases, grupos y estratos sociales…

Y en este contexto, por más que muchos hayamos elegido a Andrés Manuel López Obrador como Presidente de México y lo sigamos apoyando, estamos conscientes de que no es «todopoderoso», y que él avanzará hacia la consecución del bien común, en la medida en que sepa y pueda usar y manejar a dichos recursos humanos (y materiales también, como el petróleo), y en la medida de lo que éstos puedan hacer… Y sí… Todos “sangramos y cagamos”… Hasta los «Sumos sacerdotes de la comunicación de masas» (similares y conexos), que se sienten con el poder de imponer a la sociedad, lo que deben de pensar, lo que deben de decir, y hasta lo que deben de hacer…

Salvo su mejor opinión, querido lector…

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