Evodio, “un político que no convence y sin calidad moral”, le dicen en el Grupo Cuicalli

* Asiste como invitado y le llueven críticas y señalamientos cuando fue alcalde de Acapulco

* Le señalan de tener su propia “Casa Blanca” o tal vez “Negra” en Tecpan

Chilpancingo, Gro., febrero 12.- El ex presidente municipal de Acapulco Evodio Velázquez Aguirre es un político que no convence, y no tiene calidad moral para aspirar a la gubernatura del estado por los múltiples señalamientos negativos que tiene en su contra a su paso por la alcaldía de Acapulco.

Éste y otros señalamientos formaron parte de la sesión que la mañana de éste miércoles llevaron a cabo socios e invitados del Grupo Cuicalli de Chilpancingo que preside Adolfo Chávez Romero, que tuvo como invitado al cuestionado aspirante perredista a gobernador, quien en sus intervenciones acusó al presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, de ver a los estados de Guerrero, Oaxaca y Chiapas como botín electoral al llenarlos de programas sociales y sin proyectos de alto impacto y de desarrollo.

El cuestionado ex alcalde de Acapulco fue duramente cuestionado en la sesión por haber incurrido en nepotismo político, al imponer a su esposa Perla Edith Martínez Ríos como diputada plurinominal por el Partido de la Revolución Democrática (PRD); y por negarse a acatar los citatorios que le ha girado la Contraloría Interna del ayuntamiento de Acapulco, para que aclare presuntas irregularidades financieras supuestamente registradas en su periodo de gobierno.

En la sesión el controvertido político Álvaro Leyva Reyes fue conciso y directo al cuestionar al ex alcalde porteño, a quien de entrada le dijo que no convence como político, y que hasta en tanto no demuestre que está libre de actos de corrupción y de presuntas irregularidades en el manejo del dinero público, no tendrá calidad moral para aspirar a la gubernatura del estado.

Pero el abogado invitado a la sesión, Amador Carbajal, fue un tanto más directo, al señalar que el ex edil perredista de Acapulco tiene una “Casa Blanca” o tal vez “negra” en Tecpan de Galeana, en alusión a la mansión que tuvo la esposa del ex presidente Enrique Peña Nieto en la Ciudad de México; pero que además Evodio es dueño de huertas y terrenos en aquella demarcación territorial de la Costa Grande de Guerrero.

Otros socios del Grupo Cuicalli le recordaron a Evodio Velázquez los graves señalamiento que en su contra hicieron el ex presidente municipal de Acapulco, Luis Walton Aburto, y la actual alcaldesa de Morena Adela Román.

Al asistir como invitado del Grupo Cuicalli el año pasado, Luis Walton acusó a Evodio Velázquez de haber reincorporado al servicio público a más de 500 policías preventivos que habían sido separados del cargo porque no estaban certificados, y de haber incrementado de manera escandalosa la nómina en el ayuntamiento porteño.

Por su parte Adela Román dijo también al asistir no hace mucho como invitada por el Grupo Cuicalli, que Evodio Velázquez le heredó un gobierno endeudado, obras públicas inconclusas; un adeudo de más de 500 millones de pesos con la Comisión Federal de Electricidad, y más de 300 millones de deuda con el Instituto de Seguridad Social de los Servidores Públicos del Estado de Guerrero (ISSSPEG), por la no entrega de las aportaciones obrero-patronales.

Al respecto la dirección del ISSSPEG promovió denuncias en contra del ex alcalde acapulqueño por haber desviado las cuotas obrero-patronales, que de administrativas podrían tornarse penales por haber utilizado recursos que no pertenecían al ayuntamiento.

En sus respuestas a los cuestionamientos Evodio vio moros con tranchetes, al atribuir los señalamientos negativos que hay en su contra a una guerra sucia haciendo aparentar que representará una opción exitosa en la próxima contienda electoral por la gubernatura del estado.

Por cierto, en materia electoral insistió en que el Partido de la Revolución Democrática no hará alianzas con otros institutos políticos; sostuvo que la única alianza que hará el PRD será con el pueblo.

Acusó al gobierno federal de ver como botín electoral a los estados de Guerrero, Oaxaca y Chiapas al llenarlos de programas sociales, pero sin proyectos de desarrollo bajo el argumento de que para el presidente de la República Guerrero no es su prioridad, pues su prioridad está en el sureste mexicano con la construcción del tren Maya y la refinería de Dos Bocas en tabasco.

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