Gobiernos que militarizan la seguridad, padecen mayor violencia: México Evalúa

La gobernadora Evelyn Salgado Pineda, el pasado 26 de julio designó a Josué Barrón Sevilla, como nuevo titular de seguridad pública en Guerrero, es miembro activo de la Secretaría de la Defensa Nacional y tiene el rango de Coronel de Infantería, se ha desempeñado como comandante del 56/o. Batallón de Infantería en Cumbres de Llano Largo en Acapulco. Foto: Especial

* La institución señala que ha causado inestabilidad en las corporaciones

* Van dos militares y un marino en la Secretaría de Seguridad Pública estatal; Gabriel Zamudio López renunció y llega Josué Barrón Sevilla, otro del Ejército

Rafael Solano

Los gobiernos de los estados se han acomodado a la militarización de la seguridad pública federal iniciada con Felipe Calderón y han dejado en manos castrenses esa tarea, pero pese a que las secretarías estatales de Seguridad han pasado al mando de militares, se han incrementado las tasas de homicidios de hombres y, más recientemente, de mujeres.

De acuerdo con la organización no gubernamental México Evalúa, esa mayor presencia militar en las corporaciones policiales de los estados de la República no ha significado una contención de la violencia; lo que sí es que va contra la carrera civil uniformada y ha causado inestabilidad en las corporaciones.

Los datos forman parte del reporte “La otra militarización: Fuerzas Armadas al frente de instituciones estatales de seguridad pública en México, 2011-2024”, que dio a conocer la organización a mediados de la semana transcurrida.

De acuerdo con el estudio, conocido es que la continua rotación de los jefes de Seguridad en los estados “interrumpe la estabilidad de las decisiones en la materia, además de sacudir los mercados criminales y retroalimentar el uso de violencia”.

Precisa que durante los sexenios de Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, los titulares de las policías han permanecido poco más dos años en el cargo, en promedio. Algunas entidades, indica, han tenido hasta siete titulares durante una administración.

Además, en ese periodo se ha registrado un aumento sostenido en los nombramientos de elementos de la Secretaría de la Marina, más que de la secretaría de la Defensa Nacional, pese a los casos de graves violaciones a los derechos humanos en que los marinos se han visto implicados en los procesos de detención realizados, señala México Evalúa.

En su análisis de los perfiles de los responsables de seguridad pública en los estados, recuerda que los nombramientos de jefes militares al frente de secretarías y direcciones de seguridad estatales y municipales se aceleraron después de que Felipe Calderón lanzara su estrategia militarizada contra el crimen organizado, en diciembre de 2006.

De acuerdo con sus cifras, la política de seguridad en los estados depende en 43 por ciento de civiles, en su mayoría abogados, en 38 por ciento de elementos de las Fuerzas Armadas y sólo en 18 por ciento en policías de carrera. Precisa que la presencia de los militares ha sido consistente desde al menos hace 12 años.

“El crecimiento de este grupo proviene, principalmente, del uso cada vez más recurrente de integrantes de la Marina por parte de gobiernos pertenecientes a Morena. También observamos una alta rotación en esta posición, con secretarios de Seguridad que, en promedio, duran dos años al frente de las instituciones, imposibilitando así el desarrollo de políticas de seguridad estables y de largo plazo”, señala.

Peor aún, dice, un análisis preliminar comparado entre estados con secretarios militares frente a entidades con secretarios no militares, sugiere que la llegada de las Fuerzas Armadas a las secretarías de Seguridad “no garantiza la contención de la violencia”.

Para la organización no gubernamental, los gobiernos estatales son renuentes a asumir el fortalecimiento de sus policías y han optado por dejar la seguridad en las fuerzas federales: “Se insiste en resolver problemas de inseguridad mediante políticas de militarización, lo cual constituye el reconocimiento del fracaso de la autoridad local y sus policías”.

El reporte señala que la militarización y la violencia criminal se retroalimentan. A partir de bases de datos, indica que los estados con secretarios de Seguridad provenientes de las Fuerzas Armadas exhiben, en promedio, mayores tasas de homicidio de hombres que los estados cuyos secretarios no son integrantes del Ejército o de la Marina.

Sobre el proceso de militarización, indica que la designación de soldados y marinos al frente de la seguridad en los estados ha dado pie a la designación de otros militares en más puestos de la estructura de seguridad de los estados, a la compra de equipamiento militar y a una mayor apertura a la puesta en marcha de operaciones militares del gobierno federal.

Un fenómeno similar ha ocurrido cuando efectivos castrenses han sido designados al frente de la seguridad en los municipios, agrega el reporte de México Evalúa.

De cara al cambio de gobierno federal, asegura que el país vive un momento político crucial para empezar a pavimentar el camino de la seguridad por la vía civil.

De corta duración

En menos de tres años del gobierno de Evelyn Salgado Pineda han ocupado un marino y dos militares la SSP. Llegó el cuarto secretario. Se trata de Josué Barrón Sevilla, otro militar.

El lunes de la semana transcurrida, a casi cuatro meses de haber asumido el caro, el general brigadier Gabriel Zamudio López renunció. El relevo, la subsecretaria de Prevención y Operación Policial, Jesús Castro Gutiérrez (sí, es mujer con nombre de hombre), quien solo estuvo cuatro días.

Según un comunicado, el nuevo secretario de Seguridad Pública de Guerrero tiene amplia trayectoria en áreas operativas y administrativas de la Secretaría de la Defensa Nacional. Se ha desempeñado como comandante del 56 Batallón de Infantería en Cumbres de Llano Largo en Acapulco, “además de ocupar cargos directivos y de administración de recursos humanos y materiales”.

Al inicio de su gobierno el 15 octubre del 2021, Salgado Pineda designó en el cargo en Seguridad Pública al capitán de la Secretaría de Marina, Evelio Méndez Gómez, cargo que dejó en la segunda semana de enero de este año, aduciendo problemas de salud; se registraba una crisis de violencia en Acapulco que había dejado varios días sin transporte público.

El 25 de enero fue nombrado como secretario de Seguridad al general brigadier Rolando Solano Rivera (originario de Tlapa). Dejaría el cargo el 14 de marzo luego del deceso del normalista de Ayotzinapa, Yanki Kothán Gómez Peralta, luego de intensas protestas violentas de normalistas contra edificios públicos.

El 24 de marzo la gobernadora, Evelyn Salgado Pineda anunció la designación del general brigadier, Gabriel Zamudio López, quien es originario de Tixtla. Casi cuatro meses duró en el cargo, puesto que el lunes 22 pidió permiso para separarse del cargo “por razones de salud”, luego de días de violencia en Acapulco, Chilpancingo e Iguala y secuestros en Teloloapan e Ixcateopan. Su última aparición, el miércoles 17 cuando acompañó a la gobernadora al arranque del operativo de seguridad para la temporada vacacional de verano.

Como dato adicional, la Fiscalía General del Estado también ha sido dirigida por militares en lo que va del gobierno de Salgado Pineda. La teniente Sandra Luz Valdovinos Salmerón asumió a inicios de 2022 tras ser designada directamente por la Ejecutiva debido a que ninguno de los aspirantes que concursaron convenció al Congreso. Sería removida por la misma Ejecutiva del estado el pasado 19 de marzo, luego de las protestas por el deceso del normalista Yanqui Kothán. La dependencia estatal con carácter autónomo, según la reforma del 2017, sería dirigida por otro integrante de la milicia, el coronel de Justicia Militar, Zipacná Torres Ojeda.

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