La voracidad de Astudillo por manejar recursos federales

El gobernador de Guerrero lo traicionó el subconsciente, dejó entrever a través de sus palabras el enojo, y animadversión que tiene para ser coadyuvador con el gobierno federal. No asimila que los recursos federales, que antes holgadamente eran manejados por su administración, hoy solo su “modesta opinión”, es lo único que le queda.

El pasado 28 de marzo, durante una gira de trabajo en el municipio de Chilpancingo, no aguantó más, al pronunciarse que en el asunto de la Reforma Educativa se le deberían de dar “facultades económicas a los estados del país”, al argumentar que  “sería muy grave que los problemas se queden en Guerrero y las soluciones en la Federación”.

El enojo del gobernador Héctor Antonio Astudillo es de pesos, es cuestión de pesos, se resiste a entender que ya no más habrá de manejar recursos de la federación, que por cierto en algunos programas de Salud, en Educación y del Campo, el gobierno federal ha detectado anomalías en el manejo de los mismos, eso no lo dice su gobierno.

El acotamiento del gobierno federal en recursos públicos con el gobierno del estado, obedece a una política federal implementada por el propio Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, el destierro y aniquilamiento de la corrupción, enarbola esta nueva forma de gobernar.

Esa es la incomodidad del gobernador, por eso busca encuentros con funcionarios de la federación, que han sido incontables esos encuentros, en los cuales solo ha encontrado una sola respuesta, los recursos federales, los maneja la federación y tienen el filtro con el Delegado de ese ámbito de gobierno en Guerrero, Pablo Almícar Sandoval Ballesteros.

Ya es conocido en los corrillos políticos las escenas y presuntos amagues que han protagonizado tanto Astudillo como Almícar, la más visible y tensa fue por el asunto del fertilizante gratuito.

La federación implementó nuevas reglas para que los productores del campo,  puedan acceder a ese beneficio que recibirán de manera directa, sin beneficiarios, muy alejado a como los tenía acostumbrado el gobierno de Astudillo, que utilizaba a las centrales y organizaciones campesinas para que a través de ellos, hicieran llegar esos insumos, el manejo político y clientelar que se le daba, redundaba en beneficios hacia su partido, el Revolucionario Institucional (PRI).

Astudillo sigue en el pasado

Desde que se dio a conocer el presupuesto destinado al campo, las organizaciones campesinas iniciaron una batalla frontal de rechazo al presupuesto destinado, argumentando que se dejaba en indefensión a los campesinos.

Vimos que organizaciones de campesinos, la gran mayoría adheridos al PRI realizaban plantones y protestas en el Congreso, para que se diera marcha atrás o se incrementara el presupuesto, hubo una respuesta de los legisladores federales y se calmó el clamor.

El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador anunció en una de sus visitas al estado de Guerrero, que el fertilizante para los campesinos de esta entidad sería de manera gratuito y de manera directa a los campesinos, sin intermediarios y como se hacía en el pasado.

Pero las reglas fueron claras desde un principio para quienes accedieran a este beneficio, reglas que provocaron nuevamente una inconformidad para quienes seguramente quedarían fuera, por no contar con algunos de los requisitos ya difundidos.

El pasado viernes 29 de marzo estuvo en Acapulco el coordinador del Programa Nacional de Fertilizante, Jorge Gage Fracois, quien se reunió con el gobernador, Astudillo Flores y presidentes municipales de la región de Acapulco, Costa Grande y Costa Chica, donde se acordó una flexibilización de los requisitos, lo que se traduciría a un retroceso por buscar la transparencia y objetivad de ese programa.

Es decir, que el gobernador buscó a toda costa que se quedara ese programa como en el pasado, ese pasado que no puede desprenderse, que añora, pero que en la cruda realidad de su gobierno, solo le quedaran los recuerdos.

Obvio, sin que él meta mano en el recurso dispuesto para tal acción.

Buen intento…

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