Sector Salud, la protesta que se avecina…

* El gobernador del estado de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, no tendría dinero para adsorber el pago de más de 12 mil trabajadores de esa dependencia, revela Beatriz Vélez.

* Adelanta que la federación solo absorberá a los empleados de base, dejando fuera a los “formalizados”, “regularizados” y “homologados”. 

Chilpancingo, Gro.- Más de 12 mil médicos, enfermeras y trabajadores administrativos de la Secretaría de Salud, están en riesgo de ser despedidos porque la Federación sólo absorberá en el proceso de centralización a los empleados de base, y el gobierno del estado no tiene dinero para pagar los sueldos de los servidores públicos que están en la modalidad de formalizados, regularizados y homologados, y ello podría colapsar el sistema de salud en Guerrero.

La denuncia fue hecha por la secretaria general de la Sección 36 del Sindicato Nacional de Trabajadores de Salud, Beatriz Vélez Núñez, quien reveló que a partir de enero de éste año, el gobierno federal sólo ha depositado el 45 por ciento del presupuesto para cubrir los salarios del personal formalizado, y el 50 por ciento para los sueldos de los homologados, con lo que el gobierno del estado se vio en la necesidad de aportar el resto de los recursos para completar el pago de remuneraciones.

La líder sindical pronosticó que vienen tiempos difíciles para los trabajadores de dependencias federales, y reiteró su exigencia al Congreso del estado y demás entes ajenos al Sindicato de Salud, a que se mantengan al margen del proceso electoral interno que hay para renovar al Comité Ejecutivo de la Sección 36, porque no se trata de una elección entre partidos ni política, sino interna de los trabajadores.

Manifestó su preocupación por que la Secretaría de Salud sólo pretende absorber a los 7,200 trabajadores de base que hay en la Secretaría de Salud de Guerrero, en el marco del proceso de centralización de esa dependencia, dejando a la deriva a más de 12 mil trabajadores formalizados, regularizados y homologados.

Señaló que el sindicato de la Secretaría de Salud hará hasta lo imposible para que el gobierno federal absorba a los 21,700 trabajadores que tiene la secretaría de Salud en Guerrero, con el propósito de que todos tengan certeza en el empleo y en el pago de salarios, y no ocurra lo que está pasando en la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) con los 5,743 maestros y personal de apoyo a la educación que quedaron fuera de la nómina federal educativa.

Además, manifestó que el Sindicato de la Secretaría de Salud no permitirá el despido de personal que está por contrato, como ya ocurrió en el programa de inclusión social Prospera, toda vez que en ese grupo de empleados hay quienes tienen más de 10 años de servicio, y que de ser necesario se movilizarán en la ciudad de México y buscará entrevistarse con el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador.

De los 21,700 trabajadores que hay en la Secretaría de Salud, 7,200 tienen plazas de base; alrededor de 12 mil están en la modalidad de formalizados y el resto son regularizados y homologados.

Dio a conocer que en Jalisco y en Querétaro el gobierno federal ya efectuó despidos de trabajadores del sector Salud que estaban en la modalidad de contrato, por lo que alertó que se vienen tiempos difíciles.

Asimismo, reveló que desde enero de éste año, el gobierno federal sólo está aportando el 45 por ciento de los sueldos de los trabajadores formalizados, y el 50 por ciento de los salarios de los empleados regularizados y homologados, y que el resto fue cubierto por el gobierno del estado.

Consideró que será necesario que el gobierno federal deposite el 100 por ciento de los recursos para el pago de la nómina, toda vez que llegará el momento en que el gobierno del estado no tenga dinero para completar las remuneraciones.

De dejar la Secretaría de Salud federal fuera de la nómina a los trabajadores formalizados, regularizados y homologados, sin duda colapsará el sistema de salud en Guerrero, toda vez que de los 21,700 trabajadores sólo alrededor de 3,200 son administrativos, y el resto son médicos y enfermeras, advirtió.