Desquician el tráfico sindicalizados de Ayuntamiento de Acapulco

Entre las 8 de la mañana y las 3 de la tarde de este día, el tráfico vehicular se vio desquiciado luego de que trabajadores sindicalizados del Ayuntamiento de Acapulco cerraron la céntrica avenida Cuauhtémoc y se plantaron frente al Palacio Municipal del Parque Papagayo.

Integrantes de las secciones 19, 24, 27 y 56 del Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (Suspeg), demandaron al Ayuntamiento -durante 8 horas- el pago de adeudos al Instituto de Seguridad Social de los Servidores Públicos del Estado de Guerrero (Issspeg).

Este adeudo, calculado en unos 300 millones de pesos, no se ha generado en la presente administración, sino que es histórico, viene acumulado de otros gobiernos, ha manifestado en repetidas ocasiones la presidenta municipal, Adela Román Ocampo.

La acción de sindicalizados provocó colapso en el transporte durante algunas horas; agentes viales acudieron a las calles para reorganizar los flujos vehiculares abriendo rutas alternas para aminorar el impacto.

Las calles Gómez Morín y Michoacán se convirtieron en las principales vías de desahogo, sobre todo para entrar y salir de la Costera.

No obstante la reacción de la autoridad, pobladores se vieron afectados en sus tareas diarias: los que salieron de compras o de paseo, pero sobre todo quienes se trasladaban a sus lugares de trabajo o a la escuela y, en el peor de los casos, quienes tenían urgencias médicas.

Muchos tuvieron que bajarse de las unidades móviles para caminar, incluso por grandes tramos de la avenida principal o por otras arterias viales, para poder llegar con menos retraso a donde se dirigían.

Aunque eran varios cientos los manifestantes, sólo algunos estaban cerrando la avenida Cuauhtémoc; la mayoría estaba cómodamente instalada en zonas del parque Papagayo o en lugares estratégicos que les proporcionaban sombra y les diera oportunidad de hacer placentera la manifestación.

El orador pedía que todos se concentraban frente al Ayuntamiento para que se viera su “fuerza”, pero poco o nulo caso hacían; incluso, micrófono en mano, gritaba vivas al América, equipo de primera División que en próximos días jugará la gran final del futbol mexicano.

Música de los 70 y 80 se escuchaba en las bocinas cuando nadie hacía uso de la palabra.

Finalmente el calvario culminó para los automovilistas cuando iba a dar las 3 de la tarde, momentos en que comenzaron a desbloquear la avenida Cuauhtémoc.

“Salimos como si hubiéramos trabajado, antes de las tres; aunque hay muchos que no trabajan, nomás van a checar entrada y se salen; hay una compañera que se va a hacer ejercicio en horas de trabajo”, comentó un trabajador a un compañero sin percatarse que lo estaba escuchando este reportero.

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