Terminó la corrupción en México, dice AMLO en Ciudad Renacimiento

* Después recula el Presidente pero afirma que se va a acabar este flagelo junto con la impunidad “me canso ganso” *Comparte abucheos y porras con Astudillo y Adela *Anuncia beneficios de impacto social como el programa de Mejoramiento Urbano, becas económicas y créditos a la palabra *Anuncia Sedatu millonaria inversión para recuperar el Parque Papagayo *Adela, Félix y Amílcar, los tres pretensos para la gubernatura, se vieron las caras

Tarde calurosa, sí, mucho. 48 horas antes había entrado la Primavera y los rayos del sol estaban cayendo con intensidad sobre la humanidad de quienes llegaban desde los cuatro puntos cardinales a Ciudad Renacimiento, a su cita con Andrés Manuel López Obrador, el Presidente de México, el Peje, AMLO, el cabecita de algodón, o como el ingenio mexicano defina.

La cita oficial era a las 4:30 de la tarde, pero desde el mediodía la gente comenzó a llegar para “apartar lugar”; arribaban en camiones urbanos, autos particulares o a pie; mujeres, hombres, adultos mayores, e incluso niños, todos se dirigían hacia la unidad deportiva que lleva el nombre de la gloria acapulqueña del fútbol: Jorge Campos.

El espacio reservado para el evento muy pronto estuvo lleno a tope; a eso de las 3 de la tarde ya nadie podía entrar a la zona de sombra en donde se dispusieron sillas para los asistentes; quienes llegaban a esa hora ya no podían ingresar, se resignaban a quedarse por fuera, en el sol; pero qué importa, el chiste era ver “aunque sea de lejos” al personaje del día, al mismísimo López Obrador. Hubo empujones y connatos de bronca en la entrada principal.

Incluso funcionarios y regidores acapulqueños andaban desorientados sin saber cómo entrar, como la directora de Cultura, Malena Steiner; o los regidores, Javier Morlett Macho y María Guadalupe Cortés Mendoza; de ésta última, su acompañante sugirió decirle “al de Seguridad” que levantara las vallas metálicas para que pasara la regidora, como si fuera tan fácil; finalmente buscaron otra manera de entrar.

Aguas frescas o embotelladas; churros, tamales, sopa Maruchan, raspados, chicharrones; tazas, gorras, lapiceros y artesanías con publicidad de Morena, incluso muñecos de AMLO, de todo había y de todo se vendió. Fue un buen día para la venta; más bien, un excelente día.

Incluso había sombrillas con la leyenda de “Me canso, ganso”, que acuñó el presidente de México desde su campaña y que aún repite cuando en sus discursos habla de que se acabará la corrupción.

Representantes de estancias infantiles y padres de familia, que protestaban a la entrada del centro deportivo, adelantaban que no sería una visita tersa la del mandatario federal; “¿en dónde está el presidente que nos iba a apoyar?” coreaban; “los niños no pertenecen a ningún partido político”, decían cartulinas que portaban en lo alto.

Periodistas locales se vieron también en ese peregrinar de no poder ingresar. Incluso intentaron acceder por la zona especial para personas con capacidades diferentes, pero no tuvieron éxito.

APOYOS Y REPROCHES

Eran las 4:50 de la tarde cuando se escuchó en los altavoces que el Presidente estaba cerca, y enseguida los presentes buscaban inútilmente al personaje; dijeron que venía cerca, no que ya había llegado.

Y esta vez al gobernador Astudillo Flores no lo iban a agarrar “de bajada”; un grupo de gente bien organizada, entre quienes había algunos transportistas, coreaban “¡Astudillo, Astudillo!”; no se parecían a las porras del viejo PRI, las del “¡A la triki tri triki!” pero sí hacían ruido. No obstante, se dejaban escuchar abucheos contra el mandatario estatal en algunas zonas aisladas.

Las cámaras oficiales de video comenzaron los ensayos con tomas hacia ciertos personajes conocidos o desconocidos, cuyos rostros aparecían en las pantallas digitales ubicadas estratégicamente en el recinto; quienes se veían “al aire” saludaban efusivos cual artistas de TV.

Ante las cámaras se alzaban algunas cartulinas con reproches y peticiones: Más deporte para Ciudad Renacimiento, freno a las altas tarifas de CFE, la salida del delegado de Profeco, inclusión en programas de la “Cedatu” y la no desaparición del CAED de “Rena”, eran algunas peticiones.

A las 5:18 de la tarde ¡por fin llega AMLO! pero pasó media hora para que, desde que bajó del vehículo, llegara hasta el templete que estaba a menos de 200 metros de distancia.

Y es que la gente desde que lo vio se arremolinó en torno suyo para saludarlo, abrazarlo, tomarse la selfie o entregarle algún documento con petición incluida. El gobernador, Héctor Astudillo, y el delegado federal, Pablo Amílcar, se turnaban para atender asuntos que planteaba la gente al Presidente.

“Andrés, nos fallaste”, le gritaban operadoras de estancias infantiles; por otro lado, una gran mayoría también gritaba pero de júbilo al ver su imagen en los monitores… y le aplaudían. Esta vez le tocó abucheos también a Adela Román, la presidenta, aunque tampoco trascendieron.

Camino al templete en donde daría su mensaje, AMLO recibió al menos dos pinturas como regalo: una era su retrato y la otra era un paisaje.

La regidora Guadalupe Cortés, quien ya había logrado ingresar, abrazó con especial emoción al presidente de México… y enseguida se tomó la selfie con el gobernador Astudillo.

Ahí estaban entre el pueblo dos diputadas federales conocidas de los acapulqueños: Rosario Merlín y Abelina López, aunque sólo como dos fans más de AMLO; y ahí estaban los tres que figuran como posibles competidores por la gubernatura de Guerrero bajo la bandera de Morena: Félix Salgado Macedonio, la propia Adela Román Ocampo, y Pablo Amílcar Sandoval.

Astudillo fue el primero en brincarle al micrófono; se le vio jovial, relajado… ¿y cómo no?, su porra estaba súper aceitada… y funcionó; después se transmitió un video explicativo del Programa de Mejoramiento Urbano “Mi México late”.

El titular de la Sedatu tomó el micrófono para echarse uno de esos rollos que parecen de campaña, y para nombrar de nuevo a los presentes arriba y abajo del templete; ya los había mencionado el de ceremonias ¡pero qué importa, va de nuez! Y después hizo lo que debía hacer desde el principio: hablar de las acciones que la presidencia de México trae para beneficio de la gente, como el rescate del parque Papagayo con una inversión de 200 millones de pesos.

Finalmente vino el momento esperado por quienes asistieron al evento: López Obrador tomó la palabra para anunciar los programas que la gente aplaudió: becas a estudiantes desde la educación básica hasta la carrera profesional; el aumento a la pensión de los adultos mayores, la ayuda a personas con capacidades diferentes; los créditos a la palabra…

Anunció también la muerte del Seguro Popular, pero dijo que viene algo mejor; también el deceso de la Reforma Educativa. Hubo aplausos; se veían venir.

Y llegó el momento estelar de su discurso cuando afirmó que “la corrupción se va a acabar ¡me canso ganso!” que provocó hilaridad entre los presentes, aunque después quiso corregir: “La corrupción ya se acabó”… pero al último reculó al reiterar que el flagelo, al igual que la impunidad “ya se van a acabar”.

Tras dar espaldarazos a Adela y a Astudillo, el Ejecutivo federal se despidió no sin antes emular a “Terminator” (Arnold Schwarzenegger) con su “I’ll be back”, al anunciar que volverá al puerto en menos de un mes, el 7 de abril, para inaugurar el Tianguis Turístico.

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