Una tarde fortuita con Bertín Gómez

“El atardecer del sábado 18 de julio, cuando el sol se estaba ocultando, se escuchaba el cantar de los gallos, el chiflido del aire, aire fresco y el olor a hierbas del campo; llegó como todo bohemio profesional, con una gorra roja acompañado de su guitarra, los presentes  asombrados al verlo llegar, le pedían una canción, afinando su guitarra empezó́ a cantar: “Desde el día, que tú te fuiste,/ soledad estoy llorando por ti,/ voy sufriendo, voy llorando,/ por los golpes que me ha dado el amor/. Virgencita milagrosa,/ tú que sabes dónde está soledad./ Dile que pronto, mi vida, sin su amor se acabará./”
En esta época de la pandemia, las precauciones sanitarias son lo esencial y en ocasiones,  optamos por ir a ranchos cercanos a buscar frutas y legumbres a calmar el estrés en el que nos tiene sumido esta situación.
El encuentro con el cantautor Bertín Gómez, es fortuito, envuelto en una nostalgia de buenos recuerdos y sus canciones, son vivencia pura, que nos hace recordar que el ser humano esta rodeado de un sin número de sentimientos que lo conmueven, a veces hasta el alma.
Un rancho ubicado en la entrada de Tunzingo, zona rural del puerto de Acapulco, es el encuentro con el artista, los anfitriones-administradores de este lugar, son los señores Felipe y Carlos García, con quienes compartimos un amistad inquebrantable.
Habíamos ido al lugar, para traernos algunas cosas del campo, pero el anfitrión, ya nos esperaba
con unos suculentos elotes hervidos, recién cortados y “tiernitos”, como debe de ser, para los más exigentes, salsa, mayonesa y queso.
Después de la “elotiza” se degustó un digestivo y cervezas para los que son “todo terreno”.
El arribo de Bertín Gómez, padre de Bertín Gómez Jr, y su Condesa del Mar, no causa mayor inquietud, solo para quienes no estamos acostumbrados a frecuentarlo.
Un hombre sencillo, ordinario, que solo dice sentirse afortunado, porque la gente recuerda sus canciones.
Y se siente en el ambiente, sin más preámbulos cantó “Soledad”, algunos de los presentes haciéndole segunda, la andanada de aplausos no se hizo esperar, pocos pero sinceros, no era una reunión como tal, pero donde él llega con su guitarra, no puede uno eludir la bohemia, canciones de ese tipo y románticas, tiene dentro de su repertorio.
En un momento de charla, comentó que por la canción “Soledad” se dio a conocer a nivel internacional en los años setenta, cantando en dueto, interpretando con su hermano Lalo.
¿En que se inspiraba para componer? Fue una pregunta de uno de los presentes, Bertín Gómez contestó que todas sus melodías han sido vivencias que ha tenido y que por la lengua, también  ha muerto mucha gente.
Después vinieron otras dos melodías como:  Por qué me engañaste y otras de aquella época, pero también nos deleitó con otras que no han salido a la luz pública como “Mi lengua”, “Como me ves, te verás”, entre otras.
El tiempo pasaba, el ambiente cada vez más nostálgico, pero teníamos que retornar a nuestras casas, nos despedimos del artista, del amigo, un amigo sincero que no le intimidó los escenarios, creo que el regreso de Bertín Gómez y su Condesa del Mar dará de que hablar, sus melodías lo preceden.

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