Privatización del agua, una perversión: Relator de la ONU en foro de Tlaxcala

*La recuperación de la ingeniería natural y gobernanza democrática del agua, los retos, señaló

*Dos mil millones de personas terriblemente pobres, viven junto a un río o acuífero contaminado

*También se trató la contaminación de la cuenca Río Alto Atoyac

Que en nombre de la eficiencia, es la privatización del agua. ¡Mentira! Es en nombre del negocio, una absoluta perversión, sentenció Pedro Arrojo Agudo, Relator Especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU), sobre los derechos humanos al agua potable y al saneamiento.

Advirtió sobre los riesgos en México, de la mercantilización y la financiarización del agua y señaló que para tener acceso a él, dos grandes desafíos hay: la recuperación de la ingeniería natural y una gobernanza democrática del líquido.

Participó Arrojo Agudo, en el foro “Los retos para garantizar el derecho humano al agua y su saneamiento” en Tlaxcala, Tlaxcala, convocado por la organización civil Centro Fray Julián Garcés, Derechos Humanos y Desarrollo Local A. C., al que representantes de comunidades acudieron y que fue celebrado, en el pasado viernes 17 de marzo del 2023.

Asimismo, que viven cerca de dos mil millones de personas terriblemente empobrecidas, junto a un río o un acuífero contaminado –frecuentemente por tóxicos–, que al líquido potable no tienen acceso garantizado y, al saneamiento básico, no lo tienen cuatro mil millones. ¡Qué vergüenza!, expuso el diplomático.

Que dos grandes desafíos hay, resaltó:

El primero, hacer las paces con nuestros ríos, con la naturaleza que nos rodea; aprender el mensaje de las comunidades campesinas, de los pueblos indígenas, de lo contrario, como humanidad será imposible avanzar, alertó.

Que es necesario recuperar la ingeniería natural, que con energía solar funciona bien.

Que tener a la puerta de casa un río saludable –subrayó–, no puede ser un lujo de ricos, es una necesidad vital, un derecho democrático y humano, de la gente más empobrecida y en situación de mayor vulnerabilidad.

Que el segundo reto –indicó–, es promover una gobernanza democrática del recurso, entendida como un bien común para todos, accesible pero no apropiable por nadie, ni como mercancía privatizable.

Remarcó Pedro Arrojo, que con responsabilidad y esfuerzo debe ser administrada el agua, pero desde una lógica colectiva y del sentido comunitario, no dejando atrás a nadie, no a través de la lógica del mercado.

Expuso que no se puede cortar el servicio de agua potable, por lo que planteó crear adecu7adas medidas legales, para prohibir esta acción contra una familia en situación de pobreza o vulnerabilidad, porque ello atenta contra los derechos humanos.

Manifestó que el suministro es una obligación que todos los Estados han firmado, no una generosa opción de políticos o de autoridades y exigirla es derecho de la población.

El agua es una necesidad para una vida digna, no un lujo ni un capricho y entre todos debe ser cuidada, destacó.

Que la mercantilización y financiarización del agua, que un bien público aquí (en México), todavía no es tanto un problema, pero llegará a serlo, planteó.

Citó que en algunos países de Europa, sólo quienes más pueden pagar la acaban teniendo, lo cual es injusto, rompe derechos humanos.

Que la mayor de las locuras es la financiarización –alertó–, porque es especular en los mercados financieros, con la vida de las personas.

El grave problema de contaminación de la cuenca hidrológica Río Alto Atoyac (que abarca parcialmente los estados de Tlaxcala, Puebla y México) y sus efectos en la salud humana, también fue expuesto por especialistas y comunidades tlaxcaltecas en el foro.

Además, se analizó la iniciativa sobre la Ley para la Prestación de Servicios de Agua Potable y Saneamiento del estado de Tlaxcala, que en el Congreso local se presentó, la cual entre otros aspectos, tiende a la privatización, a la criminalización y a no garantizar el derecho humano al líquido vital, dijeron. (Con información internacional)