Astudillo cree que la Guardia Nacional, le hará la tarea

 Ante el aciago panorama de la inseguridad que atraviesa nuestro país, la Guardia Nacional viene a ser un ápice de esperanza, que ante la llegada de un nuevo presidente, se vislumbra una esperanza, de que las cosas no pueden a llegar a ser peores.

La aprobación de la Guardia Nacional en la Cámara de Senadores, en su sesión ordinaria del pasado 21 de febrero, nos demuestra que el trabajo legislativo en bien del país, nunca más, debe de estar sometido a los caprichos de quienes dicen tener la razón, de quienes se oponen a todo o de los que son indiferentes del “estatu quo” de los ciudadanos; es en suma, un ejemplo de ejercicio legislativo que debe de prevalecer en bien de la Nación.

Una aprobación histórica, que engrosa el registro legislativo, porque de 127 senadores que votaron, 127 lo hicieron a favor, ninguno en contra y ninguna abstención, solo la ausencia de una legisladora podría empañar ese cisma, a ella la historia la calificará.

Mientras que en Guerrero, Héctor Antonio Astudillo Flores ve en esta figura, una tabla que pretende aferrarse en el océano inmenso de la inseguridad, que prevalece en toda la entidad, piensa que vendrá hacerle la tarea en materia de seguridad, para que él siga teniendo excusas de que es un problema de la federación.

Se le olvida que el estado tiene facultades y responsabilidades en ese tema, pero así es el gobernador, no deja de sorprendernos la distensión con la que trata esos menesteres.

La generalidad de la Guardia Nacional

Empero, ¿Qué es lo que se obtuvo con la aprobación de la Guardia Nacional?

De acuerdo  al registro de la gaceta parlamentaria de esa sesión y a la presentación del dictamen que hicieran los senadores Ana Lilía Rivera Rivera y Eduardo Ramírez: La Guardia Nacional tiene la característica de la disciplina, la organización y el adiestramiento militar, pero con parámetros de conducción, evaluación, calificación y fiscalización civiles.

Por lo que el carácter civil de la nueva Guardia Nacional está garantizado por tres elementos estructurales:

1.- Por definición constitucional. El hecho de que el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas es un civil electo, el Presidente de  la República.

2.- Los presuntos responsables de delitos que capturan los integrantes de la Guardia Nacional serán presentados y procesados ante ministerios públicos y tribunales civiles no militares.

3.- En caso de abusos de autoridad y violaciones graves de derechos humanos de los miembros de la Guardia Nacional, éstos serán procesados ante la justicia civil, conforme a las leyes nacionales vigentes y los tratados internacionales en la materia. 

Por lo que primeramente, el proyecto establece un uso de las Fuerzas Armadas en labores de seguridad pública, de carácter extraordinario-temporal, pues la Guardia Nacional será una institución meramente de carácter civil, que únicamente contará con la participación del Ejército, en tanto se integre plenamente su organización, para lo que se establece un plazo de cinco años, en la cual, una vez fenecido, implicará la reintegración de los elementos del ejercicio a su dependencia de origen.

Asimismo, la participación de las Fuerzas Armadas será subordinada y complementaria, en tanto que se encontrará bajo el mando de autoridades civiles, ya que la dependencia del ramo de seguridad será la responsable de formular el programa nacional, así como los programas operativos, políticas, estrategias y acciones.

Además, contará con una instancia de coordinación operativa interinstitucional formada por representantes de la Secretarías de Seguridad, Marina y Defensa.

También la Guardia Nacional se encontrará debidamente regulada y subordinada al principio de legalidad, ya que el Congreso de la Unión tendrá la facultad de expedir las leyes sobre su organización, disciplina y profesionalización, así como la ley para el uso legítimo de la fuerza garantizando el respeto a los derechos humanos y formación; así la formación y el desempeño de los integrantes de la Guardia Nacional se regirán por una doctrina policial fundada en la disciplina, el acatamiento de las órdenes superiores y el respeto irrestricto a los derechos humanos y la perspectiva de género en el ejercicio de sus funciones.

La Guardia Nacional estará permanente fiscalizada, en primer lugar, porque será facultad del Senado de la República analizar el informe que anualmente deberá rendir el Presidente de la República sobre las actividades de la Guardia Nacional, así como analizar y aprobar la estrategia de seguridad pública; y en segundo lugar, porque el Congreso de la Unión estará obligado a establecer medidas de evaluación, control y supervisión necesarias a través de la legislación secundaria.

La aprobación de la Guardia Nacional traerá aparejada la expedición de la Ley de Uso de la Fuerza, donde  se establecerá la finalidad y el alcance del uso legítimo de la fuerza no solo para salvaguardar los derechos humanos, sino que también se establecen las responsabilidades en que incurran los elementos que no cumplan con las disposiciones establecidas.

Además de que se creará la Ley Nacional del Registro de Detenciones.

Esto es en suma, todo lo que se refiere a la Guardia Nacional, lineamientos acotamientos y facultades generales, una figura policiaca que nace dentro del contexto del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.

Astudillo ahora dice que si, pero no

El gobernador de Guerrero, Héctor Antonio Astudillo Flores cada vez sorprende con las declaraciones en torno a la Guardia Nacional, primero, dijo que era un impulsor férreo de que se creara esa figura policial, pero con mando civil, que a la postre, fue como quedó.

Sin embargo, ahora dice que la Guardia Nacional no acabará con el clima de inseguridad que permanece en el estado, que tal vez, y solo tal vez bajarán los indicadores de la misma, como curándose en salud.

Se le olvida al gobernador que la inseguridad de nuestro estado es exclusiva y ecotadamente responsabilidad de él, porque durante tres años que lleva a frente de la administración siempre ha justificado que esa vorágine de violencia, no es exclusiva de la entidad, que se da en todo el país, sin aportar una solución de la misma, se la ha llevado como coloquialmente se dice, de “a muertito”.

Si piensa que la Guardia Nacional le hará el trabajo que le corresponde en materia de seguridad, está muy equivocado y desorientado, esa figura policial tiene sus funciones bien determinadas y no contraviene y respeta lo que corresponde tanto al municipio como al estado.

Astudillo debería de asumir su papel de gobernador y no buscar quién le resuelva los problemas, su opacidad en temas de seguridad ha quedado más que evidente, porque en el estado ni hay orden, ni mucho menos paz.

Debe de dejar las excusas y ponerse a trabajar, si no le funcionan los mandos que tiene en su gabinete de seguridad, es hora de decirles adiós, o mejor aún, un adiós prematura a su administración sería lo más saludable… digo.

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