Buscapié de Aguirre PRD-PRI, falta mucho para el 2021

Parece ser que el ex gobernador de Guerrero, Angel Aguirre Rivero tiene un peso político, que nadie puede minimizar, porque igual tiene simpatizantes dentro del Partido de la Revolución Democrática (PRD) con su corriente denominada Izquierda Progresista de Guerrero, que con sus ex compañeros del Partido Revolucionario Institucional (PRI): es como un imán que atrae tanto a buenos como malos, unos por su simpatía y otros por el favor que alguna vez les hizo, es pues, un “conjurador de voluntades”

Las declaraciones de la semana pasada de Angel Aguirre Rivero en el sentido de que podría darse una posible alianza del PRI-PRD, ha causado “inquietud” entre la clase política, porque el panorama político para esos dos partidos en unas próximas contiendas electorales, no suena nada alentador, si estos fueran solos.

Por un lado en Guerrero, tenemos un PRD diezmado en su fuerza política, pues en las elecciones pasadas, no culminaron los resultados que ellos pretendían, es más, ni siquiera pudieron retener las alcaldías que tenían antes de la contienda electoral, la mala administración y los señalamientos de corrupción, fueron factores que determinaron al electorado, que no podrían seguir más en esos municipios, uno de ellos por cierto, el de Acapulco.

En el otro extremo, también tenemos al Partido Revolucionario Institucional (PRI), un partido que ha sido diezmado también en su poder político, a nivel nacional esa fuerza ha sido relegada hasta una tercera o cuarta posición y al igual que el PRD, tampoco se les dio los resultados esperados, pasando a ser la primera minoría dentro del Congreso local.

Si a ello le anexamos que la administración del actual gobernador, Héctor Antonio Astudillo Flores no ha podido enfrentar, contener o prevenir la delincuencia, un gobernador que se la ha pasado justificando su incapacidad, ese eslogan de campaña ha sido como un bumerang que le regresa, cada vez que trata de aclamar sus logros, “Un gobierno con orden y paz”, que a la mitad del camino no se ve por ningún lado.

Ambos partidos, tanto el PRD como el PRI tienen en claro que solos, sería un tanto difícil poder lograr sus objetivos,

Y no es nada asombroso ni sorprendente, que esa alianza se pueda dar, más allá que también el ex gobernador, Ángel Aguirre Rivero diga que con ella se pretenda equilibrar el peso legislativo y que vislumbre resultados diferentes al primero de julio del 2018.

Haciéndole segunda

No habían pasado ni 24 horas de las declaraciones del ex gobernador Angel Aguirre Rivero, cuando el presidente del PRD en Guerrero, Ricardo Barrientos Ríos, vio con bueno ojos ese planteamiento, o más bien dicho le hizo “segunda” a esas conjeturas.

Pero además le anexó una justificación, al decir que con el partido de Morena “no han podido transitar”.

Además de que señala que en el Congreso local, la fracción de Morena, carece de una figura de peso, pero además, critica que en ese instituto político, existe falta de coincidencias y consensos.

Con lo anterior, aprueba esa posible alianza, pero deja atrás la prioridad de construir alianzas con las fuerzas políticas de las izquierdas, un PRI que tendrá todo, menos ser de tendencia izquierdista.

Otro más que opinó sobre una posible alianza del PRD-PRI, fue el coordinador estatal de Movimiento Ciudadano, Luis Walton Aburto, pero que esta si se llegara  dar, tendría que ser aprobada por las dirigencias nacionales, puntualizando que no hay partidos malos, sino solo malos dirigentes.

El buscapié fue soltado y tuvo eco, muy temprano por cierto,,, pero así es la política, de ir viendo el terreno que se pisa.

Solo le agregaríamos que Morena en Guerrero, tendrá algunas deficiencias de liderazgo y de estructuras, vicisitudes que pueden ser solventadas, sobre todo que para el 2021 falta un largo tramo.

Se vale alborotar el avispero, no me imagino un candidato del PRD-PRI buscando la gubernatura, no hay uno solo que pueda ser, en este momento, garbanzo de libra.