Del Ejército “autoritario”, al Ejército “sumiso”

Parte de los 30 soldados del Ejército Mexicano, retenidos por unos 400 campesinos de una veintena de localidades del municipio de Heliodoro Castillo (Tlacotepec), en las inmediaciones del cuartel regional de Puerto del Gallo, en la zona de la Sierra del estado de Guerrero, como medida de presión para que les entreguen fertilizante gratuito, ya iniciada la temporada de lluvia. FOTO: Agencia IRZA.

*De pronto parece que las fuerzas armadas están a merced, no sólo de la delincuencia organizada, sino de cualquier civil envalentonado

*Sin autoridad, sin apoyo logístico, se vuelven presa fácil de accidentes e incidentes *Vulnerabilidad en su máxima expresión y vidas en riesgo

En los años 60 y 70, el Ejército mexicano fue señalado por la población como un cuerpo de represión del Estado mexicano, y con justa razón; y pasaron muchos años para que, poco a poco, esa imagen fuera cambiando, para bien, merced a la intervención de organismos defensores de derechos humanos, de organizaciones sociales y a la propia adecuación de las leyes.

En tiempos recientes, las fuerzas armadas en su conjunto: Armada de México, Ejército Mexicano y Fuerza Aérea Mexicana, han logrado ubicarse como las instituciones más confiables de acuerdo a la percepción de los mexicanos, lo que les ha valido ser depositarios de la confianza del gobierno, en la lucha contra la inseguridad y la corrupción.

Sin embargo, la imagen de represión que se había venido saneando ha pasado, en los últimos días, pasó al otro extremo: al de ser un grupo de soldados con poca o nula capacidad de reacción frente a delincuentes organizados o comunes; el respeto a los derechos humanos parece haberse convertido en permiso explícito para que cualquiera puede agredir a un uniformado.

Lo anterior ha prendido los “focos rojos” entre la población, que de pronto se siente desprotegida, más que siempre, porque quienes están para velar por la soberanía nacional, no pueden defenderse ni de un civil desarmado.

“¿Y ahora quién podrá defendernos?”, podría sumarse esta máxima de Chespirito a los memes que ya circulan en las redes sociales, en los cuales ridiculizan a nuestros soldados mexicanos, como si se tratara de jugar con una realidad que pone en peligro inminente la vida de soldados, de mexicanos, del “pueblo con uniforme”, como los ha llamado el presidente, Andrés Manuel López Obrador, a quien en estos momentos muchos le cargan todas las culpas de lo que ocurre.

LAS AGRESIONES

Las agresiones a soldados han sido documentadas en la red mundial de la Internet, en donde pueden encontrarse muchos ejemplos, como el caso de diciembre de 2018, ocurrido en San Miguel Carpinteyro, Puebla, en donde dos miembros del Ejército fueron agredidos con palos y piedras, por personas encabezadas por presuntos líderes de huachicoleros. En un video se observa la agresión; también se mira cómo impidieron el paso de dos camiones militares con unos 18 uniformados, para apoyar a quienes incautaron el transporte.

Un caso más reciente fue el de Pueblo Viejo, municipio de La Huacana, Michoacán, en donde soldados habían decomisado armas de alto poder pero que después fueron interceptados, retenidos, desarmados y humillados, por quienes exigían les fueran devueltas y que finalmente lograron recuperar.

Las reacciones han sido tan variadas como contundentes; la postura oficial, en voz de Silvano Aureoles, gobernador de Michoacán, expresó que “nosotros no vamos a tolerar a nadie, civil armado; esta maniobra que siempre hacen para contener a la autoridad, tampoco se las vamos a aceptar”; palabras sólo políticamente correctas pero sin fondo, y sin acción que respalde.

El presidente, Andrés Manuel López Obrador, los felicitó por no haber respondido la agresión.

Sin embargo, esta última postura fue la retomada, apoyada y cuestionada por internautas, que pronto mostraron lo que piensan sobre el particular.

Alberta Alpizar escribió en Facebook: “Qué coraje que nuestro ejército no tenga derecho a defender su vida darles sus armas a estas bestias y quedar completamente indefensos deben cambiarse leyes artículos de la constitución que se yo para q se respeten nuestras autoridades y principalmente a nuestro ejército ya estubobien de tantas consideraciones para los grupos delincuenciales pues al estar reclamando ese tipo de armamento no son simples ciudadanos son delincuentes pues son armas de uso exclusivo del ejercito”.

Sobre el mismo tema y en la misma red, Mario Martinez señaló que “Es importante respetar a la milicia pero si los atacan gente sin escrúpulos deben repeler la accion sin. Ningun miramiento aunque después derechos humanos digan lo contrario señores del ejército defiendan su honor y su uniforme disparen aunque sea en las patas a esos revoltosos viva mexico”.

Huriel Perez escribió, en el mismo tono: “Pues ya estuvo que van a desarmar a todo un batallón y estos deben permanecer en calma y serenos, para que después el comandante supremo los felicite por no accionar sus armas, que no sabe qué un elemento castrense deja a un lado su arma de cargo se le arresta ??”

En tanto, Manuel Ramirez Gómez reprochó al Presidente así:” El jefe supremo no puede festejar actos de pisoteo o actos de bochorno e indignación, que haya sufrido las tropas que comanda, como condecorar a alguien que no solo pisotearon su dignad como miembro de las tropas militares, si no que aun mas fueron exhibidos”.

Mención aparte merece la reflexión del usuario José Manuel Reyes Camero, quien apoyó la actitud de los soldados: “Mis respetos para estos elementos del Ejército Mexicano… Sus mandos superiores les ordenaron no responder con sus armas, a la agresión por parte de civiles desarmados en la Huacana, Michoacán y así lo hicieron (…) Si los militares se hubieran defendido de la agresión, y logrado someter a los agresores causándoles bajas (porque para eso se preparan), seguramente muchas organizaciones sociales y organismos defensores de derechos humanos (como si los servidores públicos no gozaran de éstos), ya estuvieran marchando, bloqueando carreteras y destruyendo edificios públicos, en protesta contra la «masacre» de indefensos civiles desarmados… Mis respetos para estos elementos del Ejército Mexicano, que supieron manejarse ante civiles infractores de la Ley».

INDEFENSIÓN PLENA

Aparte de las órdenes implícitas que tengan los soldados para soportar al máximo agresiones de civiles armados o no armados, hay que agregar la austeridad severa que padecen todas las instituciones, incluidas las Fuerzas Armadas, que al parecer ya causó bajas con el accidente de la aeronave en Sierra Gorda, Querétaro, cuyo desplome dejó seis muertos: cinco marinos y un civil.

De acuerdo a un video grabado antes del accidente, en donde habla Miguel Ángel Ramos Machorro, piloto de la Secretaría de Marina (Semar), estaban teniendo problemas de abasto de turbosina. “Sería muy importante que de alguna manera se gestionara lo necesario para que una pipa de turbosina estuviera aquí en el área y nos brindara el apoyo de combustible”, dijo horas antes de morir en el accidente.

“Mandamos un abrazo fraterno, nuestro pésame a los familiares, amigos y compañeros de los cinco marinos que perdieron la vida”, expresó el presidente López Obrador; son palabras que no reviven muertos, pero acciones preventivas sí pudieron haberlos salvado.

De pronto olvidamos que los soldados son gente como uno: con familia, con temores, con aspiraciones, con ganas de ser felices; llegamos a creer que están ahí para morir por la patria… o por alguna negligencia. Son gente cuyo trabajo tiene qué ver con el cuidado a nuestras familias, con el cual descuidan a las suyas.

Casos de abusos contra militares hay muchos, incluso de crímenes por no poder defenderse, por atender órdenes que para la población no quedan aún claras, y que esperaría una explicación profunda y, sobre todo, pronta.

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