En Perspectiva: Las Mujeres Afromexicanas y la importancia de políticas con enfoque de género, interseccional e intercultural

Citlali Calixto Jiménez*

«Vivimos el racismo en carne propia, la discriminación por ser mujeres, por ser negras, por ser de bajos recursos por todos los porqués, pero no queremos que sea el dolor el que impere en nuestras luchas, sino más bien estas diversas formas de resistencia que tenemos para seguir haciéndonos visibles y para seguir exigiendo que nuestros derechos sean garantizados… queremos ser parte del cambio en nuestro país” (Evelia Estela Catalán Casiano, Mujer Afromexicana).

Este testimonio ilustra perfectamente la relevancia de conmemorar el 25 de julio el Día Internacional de la Mujer Afrodescendiente. En esta fecha se busca visibilizar a las mujeres afrolatinas, afrocaribeñas y de la diáspora. También se trata de sensibilizar a la población del racismo y la discriminación de las que suelen ser víctimas las mujeres afrodescendientes. Así como promover políticas públicas orientadas a mejorar la calidad de vida de este sector de la población femenina. Pongamos en perspectiva la relevancia de este día para nuestro querido Guerrero.

De acuerdo con datos del Censo 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en México hay alrededor de 2.6 millones de personas que se reconocen como “afromexicanas, negras o afrodescendientes”, aproximadamente el 51% son mujeres. Guerrero es la entidad federativa que concentra la mayor proporción de población afrodescendiente. En 2020 había 303 mil 923 personas que se autorreconocían como afromexicanas o afrodescendientes, el 8.6% de la población estatal. El 51.5% eran mujeres y el 48.5% hombres.

La discriminación es una constante, datos de la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS, 2022) del INEGI indican que de la población afrodescendiente de 12 años y más el 37.2% de las mujeres y el 33.8% de los hombres indicaron haber sido víctimas de discriminación en el último año. Prácticamente 4 de cada 10 personas afromexicanas consideran que sus derechos se “respetan poco”. Mientras que 1 de cada 3 personas afrodescendientes reportaron que en los últimos cinco años les fue negado al menos un derecho. En el 39.4% de los casos se les impidió acceder a apoyos de programas sociales.

Se trata de una población que históricamente ha sido invisibilizada y vulnerada. Fue hasta los tiempos de la Cuarta Transformación que se han emprendido esfuerzos institucionales significativos para garantizar sus derechos fundamentales. Apenas en 2019 se reconoció a los pueblos y comunidades afromexicanas en el artículo 2 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Desde entonces, el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) se ha dado a la tarea de generar espacios para dar voz a los movimientos que buscan fortalecer los afrofeminismos y la resignificación de la negritud en un contexto de democracia inclusiva.

Desde 2020 entraron en vigor las acciones afirmativas a nivel nacional para mejorar la representación política de los pueblos afrodescendientes. En Guerrero, por ejemplo, Cuajinicuilapa es considerado municipio afromexicano. De manera complementaria, el año pasado se realizó en Pinotepa Nacional, Oaxaca el Encuentro Nacional de Mujeres Afromexicanas que participaron en talleres sobre sus derechos político-electorales. El resultado fue la conformación de una red de mujeres para la reivindicación de sus derechos, el empoderamiento a través de formación política y la definición de una agenda para acabar con las desigualdades y la discriminación.

En Guerrero, la gobernadora, la Mtra. Evelyn Salgado Pineda, tiene muy presentes a las comunidades afromexicanas. Destaco dos programas que están atendiendo varios de los problemas anteriormente descritos. Por un lado, los “caminos artesanales” son una política de infraestructura y comunicaciones, pero que al pavimentar con concreto las vías de acceso a las comunidades de la Montaña impactan positivamente en el bienestar de su población. De esta manera es más fácil llevar los programas sociales, educativos y de salud a la poblaciones afrodescendientes e indígenas.

Por otro lado, en los convenios de coordinación entre la Secretaría de Gobernación (SEGOB) y el gobierno del Estado de Guerrero para aplicar recursos federales a las acciones de coadyuvancia para las declaratoria de Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres en Estados y Municipios se han incluido proyectos que contemplan a mujeres afromexicanas que sufren violencia de género.

Desde mi perspectiva, hay que persistir en la formulación de políticas públicas con enfoque de género, interseccionalidad e intercultural. De esta manera, las mujeres afromexicanas estarán siempre presentes en las decisiones públicas. De mi parte, asumo el compromiso de intensificar el diálogo con las mujeres afrodescendientes de Guerrero para definir una agenda legislativa apegada a este enfoque. Como siempre lo he dicho, todas las mujeres, todos los derechos.

* Acapulqueña, Politóloga egresada de la Universidad Iberoamericana (IBERO) y Diputada Presidenta de la JUCOPO.

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