Hoy en la historia

Todo cambia. Todo se transforma. Y esta es la historia de un país que cambia de forma constante en aras de la cuarta transformación. Es la política de un país que se transforma en aras de un cambio que la propia inercia de la sociedad ha marcado y ha decidido en las urnas en un devenir inevitable que cae por propio peso. Vamos, es la transformación social que ocurre de manera irremediable cuando los tiempos así lo han marcado pues el tiempo no se equivoca… y con el tiempo, simplemente, no se juega…

Diversos sectores sociales, el pueblo pues, se involucra en el proceso de cambio a raíz del hartazgo popular para con un sistema viciado que ha caído por inercia propia atraído por la corrupción como centro de gravedad política. Es, pues, la historia de la transformación y cambio ante los actos de una política, otrora poderosa, que no era precisamente una política pública y social como tal o como una ciencia social cuya filosofía es el progreso y bienestar de los pueblos.

Ante el nuevo sistema de un gobierno cuya visión, al parecer hasta ahora, es el progreso y el bienestar de la gente, algunos funcionarios de los diferentes puestos públicos, han renunciado a los cargos quizás porque no ven “futuro” personal ni de grupo en lo que respecta a prebendas y privilegios, en palabras sencillas, ya no tiene caso estar ahí “chambeando” si ya no se puede tranzar. En fin, el tiempo lo dirá todo en su momento.

Ante la caída de un sistema de corrupción que había imperado por décadas, ahora se han desatado fenómenos sociales como una reacción, diríamos lógica, dentro de una transformación política del país pues, se dice, que policías federales están protestando por derechos cuando ellos mismos, en otros tiempos, han reprimido a los manifestantes que precisamente luchaban por derechos laborales, ahora los dichosos policías se niegan, pues, a ser evaluados para así seguir gozando de las comodidades a las que habían estado acostumbrados en otros tiempos.

Todos estos movimientos de la sociedad no deben extrañarnos pues son parte de la transformación y de los movimientos populares que se dan en el marco de una transformación social en el devenir de la historia pues el río corre imparable. Al parecer, la corrupción, como el mal que ha lacerado al país por décadas y que esperamos ya se acabe, aún da patadas y manotazos tratando de seguir vigente en los núcleos de la hegemonía, otrora indestructible, que ha imperado en un sistema

decadente en este cuarto movimiento social en la historia y en la transformación de los pueblos…nos leemos para la próxima…salud…

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