Guerrero, es segundo lugar nacional en asesinatos de policías de distintas corporaciones

* Los homicidios en Acapulco, Chilpancingo, Zihuatanejo y Chilapa

* De acuerdo con la organización Causa Común, en el 2023, el primer lugar lo tuvo Guanajuato, con 60 ataques fatales; 20 más que contra los guerrerenses

Rafael Solano

A un mes de cumplir tres años el gobierno estatal encabezado por Evelyn Salgado Pineda, Guerrero tiene el segundo lugar nacional en homicidios de policías de distintas corporaciones estatales y municipales. En el año, han asesinado a 12 mandos y elementos de distintas policías en la entidad.

Esta tendencia viene del año pasado. De acuerdo con la organización no gubernamental Causa Común, en el 2023 Guerrero fue el segundo estado con mayor número de policías asesinados con un total de 40 uniformados, cifra en la que estarían incluidos policías estatales y municipales; la estadística oficial lo pone solo por debajo de Guanajuato, donde la cantidad de policías fallecidos llegó a 60.

Guerrero durante julio pasado estuvo en el sexto lugar nacional en asesinatos dolosos; Guanajuato se mantiene en primer lugar desde inicios de año pasado.

Hasta la tercera semana de agosto una docena de uniformados han sido víctimas de la criminalidad. Los municipios donde han asesinado a policías son Acapulco, Chilpancingo, Zihuatanejo y Chilapa.

Por si fuera poco, además del riesgo de sufrir cotidianos embates criminales, los trabajadores de la seguridad pública tienen mucho trabajo y precaria paga. Aun más: carecen de los estímulos que reciben los trabajadores administrativos del gobierno estatal como bonos, pagos retroactivos e incrementos salariales. El colmo: no pueden protestar.

Les otorgan adicional 250 pesos diarios al salario pero en los últimos meses han tenido retrasos como en esta primera quincena de agosto, ya que no se han pagado esos viáticos cinco días después.

En una reciente protesta realizada para para exigir que se les reinstale tras haber ganado demanda laboral, policías estatales que fueron despedidos a mediados del año 2017, en el anterior gobierno del prísta Héctor Astudillo Flores, recordaron que el entonces secretario de Seguridad Pública, Pedro Almazán Cervantes, impuso horarios de trabajo extendidos.

¿Cómo fue eso? Trabajaban jornadas de 24 horas de servicio por 24 de descanso o de 48 por 48; también 72 por 72, como lo requiriera el servicio. Almazán Cervantes, proveniente del Ejército con el grado de general, consideró que era mucho descanso e incrementó las jornadas laborales al doble.

Ahora los policías trabajan 48 horas para descansar 24, si trabajan seis días de corrido descansarían tres. Hubo inconformidad y protesta pública y en respuesta, despidieron a 176. La mayoría aceptó la liquidación otorgada, 11 decidieron iniciar un litigio que ganaron, pero todavía no los reinstalan.

En las protestas, los policías que ganaron la reinstalación han dicho que además de jornadas intensas, no tienen beneficios que tienen otros trabajadores estatales como la caja de ahorros que a los empleados de base les genera alrededor de 50 mil pesos al año; asimismo, los incrementos para trabajadores de base fueron de alrededor de 800 pesos quincenal y a los policías les dieron 68.

Y el pago retroactivo del incremento, para un policía fue de mil 200 pesos mientras que para los basificados 11 mil 400.

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