El Halcón Peregrino : «Rocky» Trump, el bravucón del barrio

En el pasado lunes 4 noviembre al noroeste del estado de Sonora, nueve integrantes de la familia LeBaron (tres mujeres y seis niños) y de la comunidad menonita, fueron emboscados y asesinados por miembros de la delincuencia organizada…

En sábado nueve siguiente, cien miembros de dicha comunidad, retornaron a Estados Unidos y solicitaron protección al Presidente de ese país, Donald J. Trump…

Éste, ni tardo ni perezoso, informó en martes 27 de noviembre, que declarará a los cárteles mexicanos de la droga como terroristas, por su papel además, en el tráfico de personas, lo que podría propiciar -a decir de los expertos- una intervención de tropas de los Estados Unidos en territorio mexicano…

A lo que el secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard Casaubón, inmediatamente declaró que «El gobierno de México no admitirá nunca acción alguna que signifique violacion a su soberanía nacional. Actuaremos con firmeza», y que el «Respeto mutuo es la base de la cooperación»…

Ahora bien, es muy delicado que el Presidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump, pretenda traer hasta las puertas de su casa sus afanes «pacificadores», ahora para con su vecino del sur…

Obsérvese, que hasta las grandes y golosas anacondas y pitones, han muerto indigestadas por sus presas…

México ya ha tenido varias confrontaciones militares con el gobierno de los Estados Unidos…

La más sonada y dolorosa para el país, es la invasión estadounidense de 1846-48, que concluyó con el despojo de más de la mitad del territorio mexicano, y que pudo haberse evitado o al menos no perdido con tal descomunal magnitud, de no haber sido por la mala conducción del Ejército Mexicano, por parte del Presidente Antonio Lopez de Santa Anna y algunos de sus generales, y a pesar del superior desarrollo económico, industrial y militar de los Estados Unidos…

Sin embargo, hoy en pleno siglo XXI, no creo que México (con todo su atraso, desigualdades, traumas y complejos de enajenación religiosa -que ya veníamos arrastrando desde los tiempos de los aztecas y otras culturas prehispánicas, de su tiempo y anteriores- y de todo tipo, hábitos de corrupción, plurinacionalismo, pluriculturismo, su condición de país capitalista subdesarrollado y dependiente y sus Moctezumas II, Santa Annas y demás traidores, etcétera) sea una presa fácil para el «Coloso del Norte»…

Pues por ejemplo, el «pequeño» Japón (guardando toda proporción debida), una vez rendidos Italia y Alemania para mayo de 1945, en los últimos tres meses de la Segunda Guerra Mundial les estaba partiendo la mandrina en gajos a los gringos, de ahí que en 6 y 9 agosto de 1945, éstos les hayan dejado caer sendas bombas atómicas en Hiroshima y Nagashaki, con lo que lograron la rendición del Japón guerrero…

Estados Unidos, el «Coloso de los pies de barro», decía el líder comunista chino, Mao Tse-Tung… Salvo su mejor opinión, querido lector…

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