El ocaso de Astudillo

* La posible desaparición de INIFIED, es otra cachetada en pleno rostro al gobernador, referente a los recursos federales que pasan aún por sus manos.

*Asegura AMLO que en el pasado, las cosas se hacían mal, muy mal.

En el estado de Guerrero, el gobernador, Héctor Antonio Astudillo Flores ve con temor, incredulidad y nerviosismo, como se le va extinguiendo el poder económico y por consiguiente, el poder político que tenía, cuando los recursos federales pasaban por sus manos, -no hace menos de seis meses-.

Primero, fue la implementación de un Súper Delegado, con Pablo Almícar Sandoval al frente, los enconos y animadversión hacia esta figura fueron más que evidente, a grado tal de provocar actitudes protagónicas con  el mandatario federal.

En segundo término fue el manejo del recurso del fertilizante, que si bien festinó y alabó en un primer momento al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador por otorgar de manera gratuita este insumo a los campesinos de Guerrero, la integración del padrón a estas fechas, ha causado roces entre organizaciones campesinas -casi todas filiales al PRI- y se ha dejado entrever que los hilos que mueven las inconformidades, provienen de Casa Guerrero.

Ahora, una nueva cachetada y un gancho al hígado en contra de Astudillo y que curiosamente, ningún medio de comunicación ha tocado el tema, pues ha dejado entrever el presidente Andrés Manuel López Obrador que desaparecerá el Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa (INIFIED), que es la que se encarga de reconstruir y remodelar escuelas en todo el país, en algunas estados como Guerrero, existe una figura similar a la que hablamos.

Si bien Guerrero, representa para el PRI, después de las pasadas elecciones, uno de los últimos bastiones de este instituto político en decadencia; con el acotamiento de recursos por parte de la federación a los estados, las posibilidades de seguir conservando el estado cohesionado hacia ese partido, se van alejando.

Es curiosos que ahora las dependencias estatales u organismos públicos descentralizados que donde todavía “manotea” Astudillo, se desvivan en alabar por las acciones que realiza el gobernador, cuando en la práctica no solo debe de hacerlo, sino que es una obligación inherente a su mandato realizarlo.

¿Aguantara el mandatario guerrerense? Las estocadas federales y el “cierre de llave” de recursos por parte de la nueva administración que encabeza Andrés Manuel López Obrador, sobre todo versará en sus hombros la sospecha, de que en el pasado las cosas se hacían mal y las posibles investigaciones que se harán en torno algunas dependencias, las enfrentara a pie firma o estaremos viendo una salida casi anunciada, sin concluir su mandato, El tiempo nos dará esa respuesta… tic…tac…tic…tac…

 

La posible desaparición de INIFIED

En días pasados, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador habría anunciado la desaparición del Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa (INIFIED), la cual tenía la función de llevar recursos para la reconstrucción y remodelación de escuelas, lo anterior al dejar entrever que los recursos destinados a esta acción “pasaban por todas las dependencias y llegaban con moches”, lo que es más claro, el manoteo de recursos por parte de funcionarios estatales y federales.

Si la “especie” llegara a confirmarse, en Guerrero, sería otra piedra en el zapato para Héctor Antonio Astudillo Flores, tal vez y solo tal vez, estaría de nueva cuenta levantándole la canasta en el “manoteo de recursos federales”.

Y estos recursos se estarían entregando directo a las sociedades de padres de familia, desde la Federación, para que con esos recursos los padres mejoren las escuelas donde estudian sus hijos.

Pobre Astudillo, pobre Guerrero.

 

La historia de INIFIED

De acuerdo al columnista Jame Arizmendi, el INFIED sustituyó en enero de 1996 al Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de Escuelas (CAPFCE), creado en 1944 por Manuel Ávila Camacho, y cuyo objetivo central consistía en construir las escuelas y aulas en cualquier lugar del país donde hiciera falta un centro educativo.

Posteriormente el CAPFCE perdió su derecho y obligación, con todo y presupuesto, para construir escuelas y aulas; sus funciones fueron transferidas a nuevos institutos estatales; mientras que al INFIED le dejaron la única tarea de “promover el mejoramiento de la infraestructura física educativa pública”, sobre todo con carencias o daños causados por fenómenos naturales.

“A partir de entonces, incluso durante el triste mandato de Vicente Fox, gran parte del presupuesto del instituto se perdió en obras pocas veces confirmadas, la mayoría concedidas por asignación, no por licitación; lo cual generó suspicacias de una rampante corrupción coronada con la construcción de la Biblioteca José Vasconcelos, que a la primera lluvia torrencial se inundó”.

“Durante el sexenio pasado, el gobierno peñista anunció con bombo y platillo la creación del programa “Escuelas al Cien”. Le destinaron recursos millonarios al Inifed y, de cuando en cuando el presidente, el secretario de Educación y uno que otro gobernador inauguraban obras en escuelas; pero su “Talón de Aquiles” llegó con los sismos de septiembre de 2017”.

“Hace más de 10 días, durante una gira por Ciudad Cuauhtémoc, en el estado de Chihuahua, López Obrador anticipó la desaparición del Inifed. Después, en una de sus ruedas de prensa “mañaneras”, en el Salón Tesorería de Palacio Nacional, previno”.

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