Muertes y destrozos, causa huracán en Buenos Aires, Argentina; Milei la deja a su suerte

El Presidente de Argentina, Javier Gerardo Milei. Imagen ilustrativa: Javier Milei.

José Manuel Reyes Camero

Cuantiosa destrucción y muerte causó en Argentina, una tormenta transformada en huracán, con vientos de entre 100 y 150 kilómetros por hora, ocurrida en domingo 17 de diciembre del 2023, que dejó secuelas graves, especialmente en Bahía Blanca, en la capital y la provincia de Buenos Aires.

Algo jamás visto, en el momento en que sobre los más vulnerables sectores, impactaron las medidas económicas, anunciadas por el gobierno del presidente Javier Milei, lo cual puede transformarse, en lo que ahí llaman, un genocidio social.

Por ejemplo, al sur de la provincia de Buenos Aires, en Bahía Blanca, 13 muertos hubo, por la caída de la estructura del Club Bahiense del Norte –en donde un campeonato de patinaje se iba a realizar– y más de 15 heridos, algunos de gravedad y, en otros lugares, dos más fallecidos.

Asimismo, un centenar de vuelos fueron suspendidos, ya que aviones en tierra, fueron arrastrados por la tormenta y las corridas de trenes también, por varias líneas ferroviarias.

En decenas de cuadras, intransitable está la capital; se cuentan más de 540 árboles grandes arrancados, postes de luz derribados y unos 400 mil usuarios afectados.

Sin electricidad, se encontraban las provincias de Salta, Jujuy, Catamarca, La Rioja, Santiago del Estero y Tucumán, en zonas donde 40 grados rondó la temperatura.

En este contexto, abucheado fue Milei, en el club de futbol Boca Juniors, al acudir a votar en las elecciones del club, por su apoyo a la opositora fórmula, que Andrés Ibarra y el ex presidente conservador Mauricio Macri (2015-2019), integraron contra Juan Román Riquelme, el ídolo máximo del club.

En medio de la matutina lluvia, Milei –quien en simpatizante del Boca decidió convertirse–, rodeado de custodios asistió a votar, entrando por un lugar especial, con la cabeza cubierta por una capucha. Cuando fue descubierto por los socios, al grito de “¡Ajustador!” lo abuchearon, reclamándole querer meterle mano a los jubilados y, en el gobierno, a toda la casta haber metido. Horas después del triunfo de Riquelme, se informó del reconocimiento de la derrota, por parte de Ibarra.

Después, a Bahía Blanca voló el Presidente, en donde el peronista Axel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires, ya se encontraba.

Viajó Milei con su hermana Karina y el ministro de Defensa, Luis Petri, utilizando ambos una chamarra militar de camuflaje, que atrajo la atención.

Quiero reflexionar y destacar que, frente a estos eventos tan adversos, lo mejor de nosotros, sacamos siempre los argentinos.

Nuestra resiliencia y solidaridad, a prueba logramos poner –dijo el mandatario, en una conferencia de prensa improvisada. Y, sin mostrar ninguna solidaridad, agregó: Perfectamente confiado estoy, en que esta situación van a poder lograr resolver ustedes, de la mejor manera posible, con los recursos existentes. Significa esto, que recursos no enviará su gobierno.

A visitar fue luego, a una mujer que en la catástrofe perdió a su familiares,  mientras, un comité con autoridades locales, para enfrentar la situación, organizaba Kicillof.

Interrogantes numerosas plantea la brutalidad del ajuste, lanzado por el gobierno de Javier Milei. Las más evidentes: ¿Sin reaccionar, el ajuste aguantará la gente? ¿Hasta cuándo? ¿La reacción, cómo puede ser?, fueron las preguntas, que Raul Kollman, en Página/12 formuló.

Remarcó también, que el gobierno una semana lleva, en que más de cien por ciento de aumentos, en alimentos y combustibles registra la población, mientras se espera su decisión, de aumentar las tarifas en trenes, autobuses, servicios públicos, obras sociales, prepagas y cuotas de los colegios. que casi impagables de por si ya son –señala–, todo esto, cuando congelados están los salarios.

Citó Kollman a varios expertos, que mencionan un diciembre y enero, amortiguado por el aguinaldo (debido al dinero, que el gobierno de su antecesor Alberto Fernández, para esto le dejó) y una reacción en febrero o marzo, cuando las clases empiecen; para otros más, no aguanta ya la situación.

Por último, en miércoles 13 pasado, organizaciones sociales, gremios y sindicatos, ratificaron que celebrarán la marcha, en memoria de las víctimas del llamado Argentinazo de diciembre de 2001, por lo que, corre una preocupación fuerte, de lo que pueda decidir la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien advierte que las protestas se reprimirán y ya que, violenta nunca ha sido esa marcha. (Con información internacional)

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