Llantas de autos y embarcaciones, entre la basura que sacan de la bahía de Acapulco

* Prestadores de servicios limpian a profundidad ante la ineficiencia de las autoridades * Sociedades cooperativas se unen para el rescate ecológico del principal atractivo turístico * No se aplica correctamente el recurso de Empleo Temporal que se destina para esta actividad, denuncian

ACAPULCO, GRO.- Barredoras marinas y personal que recoge basura sobre las playas de la bahía de Acapulco, se observan a diario, lo que supondría que el principal atractivo del Paraíso de América está limpio y listo para recibir a quienes eligen este destino turístico para pasar dos o tres días, o bien sus vacaciones, como la de Semana Santa, ya próxima.

Sin embargo, allá debajo de la superficie marina, a unos 10 o 15 metros, la realidad es otra: botellas de plástico y vidrio, cucharas, tenedores, popotes, entre otros desechos, se acumulan cada vez en mayor cantidad porque el barrido proveído por la autoridad encargada de este rubro es superficial, literalmente dicho.

Desde hace muchos años las profundidades de la bahía fueron abandonadas; una de las pruebas son embarcaciones hundidas que simplemente fueron olvidadas, o las llantas de autos que permanecen ahí, contaminando y dando mala imagen ante quienes se atreven a explorar las profundidades de nuestro mar.

Propios y extraños son los responsables de tirar todos tipo de basura; pero si se trata de repartir culpas, las autoridades han sido ineficientes al dar sólo “una manita de gato” al problema.

AL RESCATE

Ante la ineficiencia e ineficacia mostrada por quienes deberían mantener limpias las playas y el mar, socios de cooperativas de servidores turísticos se han dado a la tarea de hacer limpieza allá abajo, en la profundidad, en donde se necesita. Ahí han encontrado un mundo de basura.

Rigoberto Palma Muñoz, presidente de la Cooperativa Playas Unidas Caleta y Caletilla, relata cómo, junto con otras organizaciones, como la Blue Water, de Francisco Reyes Chávez (Paquito Buzo Reyes), y una con sede en Puerto Marqués, que lidera Mario Blanco Palma, se han unido para formar grupos de hasta 50 personas para limpiar ambas bahías.

Recordó que aparte de la basura tradicional (plásticos y vidrios de todo tipo) han encontrado llantas de autos y hasta volantes; pero lo inaudito, dijo, fue el hallazgo de cuatro embarcaciones en la zona de bollas del Paseo del Pescador.

Aunque el área de trabajo de Rigoberto Palma y su cooperativa es Caleta y Caletilla, aseguró que acuden a donde los llaman, a donde les solicitan apoyo para limpieza submarina, así como lo hacen los otros dirigentes con los que se coordina para hacer este tipo de tarea que finalmente redunda en bien de los turistas y de quienes viven del turismo.

Para efectuar este tipo de actividades, estas organizaciones ponen los gastos de sus bolsillos, dinero que nadie les devuelve aun cuando a veces llegan recursos destinados para hacer este tipo de limpieza a través de programas de empleo temporal de la Sedesol, recursos que finalmente son mal utilizados porque no se limpia a fondo.

Cuestionado sobre el particular, el dirigente cooperativista dijo que cuando Sedesol distribuye el dinero de Empleo Temporal ha dejado fuera a quienes hacen limpieza no sólo durante lo que dura el programa, sino en cualquier fecha del año, y que además la limpieza que se llega a hacer es superficial, lo que no acaba con el problema de impacto ecológico que genera la basura en el fondo del mar.

En un recorrido en el que acompañamos a los buzos y otros servidores turísticos, se pudo constatar cómo es extraído de las profundidades todo tipo de desechos que, aparte de contaminar las aguas, perjudican a la fauna marina, esa que es apreciada por las lanchas con fondo de cristal o por quienes utilizan los servicios de buceo y esnórquel.

Viene Semana Santa y después las vacaciones de Verano; diario llega basura al mar y, ante la inoperancia de las autoridades, los buzos de buena voluntad, cual héroes, se prestan a acudir al rescate.