Aprueba el Senado de México, reforma al Poder Judicial de la Federación; su discusión, a los congresos estatales

Sesión del Senado de la República, del 11 de septiembre del 2024. Foto: Cámara de Senadores.

José Manuel Reyes Camero

A primera hora de este miércoles 11 de septiembre del 2024, se aprobó en lo general la reforma judicial en el Senado de la República –con sede en la Ciudad de México–, durante una sesión extensa, en la que proliferaron insultos, sobresaltos,  toma de tribuna y cambio de sede por invasión de manifestantes, pero en la cual, con el voto de un panista y la ausencia de un senador de Movimiento Ciudadano, la mayoría calificada logró Morena.

De 86 votos a favor y 41 en contra y una violenta reacción del Partido Acción Nacional (PAN), que en varias ocasiones intentó frenar la discusión, fue la votación final.

Posteriormente, con 60 reservas presentadas por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), PAN y MC, proseguía el debate en lo particular.

Al dictamen de la minuta de la reforma judicial, primera lectura dio el Senado durante la sesión matutina, citando para una segunda sesión en horas posteriores, en la sede de Reforma e Insurgentes.

Con una fúrica oposición comenzó dicha asamblea, ante la evidencia de que, para lograr la mayoría calificada requerida en una reforma constitucional, no sólo un voto que faltaba había conseguido Morena, sino otro más.

El dictamen presentó Ernestina Godoy, presidenta de la Comisión de Puntos Constitucionales, detallando el contenido de esa reforma, que modifica artículos diversos de la Carta Magna.

Es una reforma histórica, porque da acceso a la ciudadanía, al derecho a la justicia, un fundamental poder humano, que es una deuda impostergable.

El propósito de la reforma –destacó–, es garantizar que acceso real a la justicia tenga toda persona, mediante un profundo cambio, en la organización e integración de los órganos del Poder Judicial de la Federación (PJF) y de los entes locales.

Busca la reforma, la independencia y autonomía del PJF, separar la función judicial de los poderes político y económico y protegerla de intereses fácticos o criminales; es un imperativo, para lograr que a todas y a todos alcance la justicia, sin importar su ingreso o su influencia política, económica o social.

Se fortalece,  pues –agregó– en la democracia y en la participación ciudadana en los asuntos públicos, se afianza la división de poderes, que es la esencia de la República, ya que el Poder Judicial no surgirá del acuerdo político ni de las influencias o de las relaciones familiares, sino de la voluntad ciudadana.

Una de las grandes dimensiones de la justicia, que es su impartición, aborda la reforma.

Por su parte, que con esa reforma, se extiende el acta de defunción de la democracia, advirtió en cambio Guadalupe Murguía –coordinadora del PAN–, reprochando al Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), conseguir “a la mala y en lo oscurito”, los votos que en las elecciones no obtuvo.

En la larga lista de los traidores, inscritos en el muro de la vergüenza nacional –agregó–, hoy hay más apellidos, calificativos que los panistas no dejaron de repetir.

Como a las 3 de la tarde del martes 10, se había iniciado la discusión, pero debido a la irrupción de los manifestantes, Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores, tuvo que decretar un receso una hora después.

A las 7 de la noche se reanudó la sesión, en la antigua sede de Xicoténcatl, en donde, en sus intentos de detener la discusión no cejó la oposición, sobre todo, después de la intervención de Miguel Ángel Yunes Márquez –senador del PAN–, quien en la sesión matutina había pedido licencia, la retiró en la vespertina y que a favor votaría, aclaró desde el pleno.

Una gritería, silbidos y abucheos y el persistente coro de “¡Traidor, traidor!” hubo de nuevo y apenas se le podía escuchar, cuando la campaña de amenazas y de linchamiento en su contra, a su partido reprochó.

Que a una reforma, que en la bancada del PAN ni siquiera han discutido, han tratado de obligarlo a rechazar, simplemente por ir contra la generalidad –denunció.

Nos guste o no, a los mexicanos, representa esta mayoría –agregó–, entre más gritos de “¡Traidor, traidor!”.

Con ese voto, para la aprobación de esa reforma, propuesta por el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, los 86 requeridos alcanzó Morena y enfureció a la oposición, quien la tribuna tomó cerca de las 10 de la noche, coreando: “¡Traidores, traidores!”, a Morena y sus aliados.

Continuó el debate, en ese convulso ambiente de gritos e insultos; la aparición de Daniel Barrera, senador de MC –de quien se creía estaba desaparecido–, exigió la panista Lilly Téllez, quien llamó “bellaco” a Fernández Noroña. No tener palabra,  les reprochó éste, ya que a un debate de altura se comprometieron.

Después del proceso desahogado en el Congreso de la Unión (primero, en su Cámara de Diputados, y después, en la de Senadores), a los legislativos de las entidades federativas será turnada la reforma, cuya mayoría es dominada, por Morena y sus aliados. (Con información nacional)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *