Claudia Sheinbaum, la próxima presidenta de México

* Anunció un gobierno honesto, sin influyentismo y sin corrupción

* Después del informe de la presidenta del Ine, la candidata victoriosa pronuncia un discurso conciliador

Joel Solís Vargas

Claudia Sheinbaum será la próxima presidenta de México, según el conteo rápido dado a conocer a partir de las 11:40 de la noche de este domingo por la presidenta del Ine, Guadalupe Taddei.

Según el conteo rápido del Ine, la candidata oficial obtuvo entre 58.3 y 60.7 por ciento de los votos de la muestra; Xóchitl Gálvez, la abanderada de la oposición, obtuvo entre 26.6 y 28.6 por ciento de la muestra, y Jorge Álvarez Máynez, el representante de Movimiento Ciudadano, logró entre 9.9 y 10.8 por ciento de los votos de la muestra.

En este ejercicio, la diferencia mínima entre las dos punteras es de 29.7 puntos porcentuales, y la máxima, de 34.1 puntos porcentuales.

Según estos números, la coalición Morena-Verde-PT también alcanzaría la mayoría calificada en la Cámara de Diputados y es probable que también en la Cámara de Senadores.

Pero si no fuera así, estando tan cerca de la mayoría calificada, a Morena no le resultaría tan difícil conseguir los pocos senadores que le hagan falta para ello.

Y con esa mayoría calificada en las cámaras, Claudia Sheinbaum podrá llevar a cabo el plan C delineado desde antes por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Discurso conciliador

Luego del informe de Guadalupe Taddei, la candidata que se perfila como ganadora de la elección salió de su cuarto de guerra para dirigirse a sus seguidores en el hotel Hilton, que ocupó como cuartel.

Dijo que ya había recibido llamadas de felicitación de sus contrincantes Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez, así como del presidente López Obrador, y agradeció en todos los casos.

Anunció un gobierno honesto, sin influyentismo y sin corrupción.

Ofreció austeridad republicana, disciplina fiscal y autonomía del Banco de México.

Garantizó las libertades: “somos demócratas por convicción; nunca haríamos un gobierno autoritario, ni represor”.

Ofreció respeto a la diversidad política, social y religiosa, de género y sexual, así como a la libertad empresarial. Adelantó que promoverá la inversión privada nacional y extranjera, y garantizó “todos los programas del bienestar” de López Obrador y todos a los que ella comprometió en su campaña.