«Escarmentar» a los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, objetivo de criminales y autoridades locales: Presidente de México

El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y su último libro “¡Gracias!”. Foto: AMLO.

José Manuel Reyes Camero

Sobre la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa y dentro del contexto del final de su sexenio, publicará próximamente, un último informe amplio y con apego a la verdad –anuncia el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en su libro ¡Gracias!, que bajo el sello Planeta, a la venta saldrá en esta semana.

Este lamentable y vergonzoso caso –por sobre consigna política–, no obstante, nunca lo cerraremos; un expediente abierto será siempre –advirtió.

En el texto, reflexiona el mandatario sobre lo acontecido en Iguala, Guerrero, durante la noche del 26 de septiembre del 2014 y subsecuentes días, precisando que a la asociación delictuosa entre grupos criminales y  autoridades locales, se debió principalmente la desaparición de los estudiantes.

Ni por el Presidente ni por el secretario de la Defensa Nacional ni por ninguna autoridad federal de alto rango –apunta–, fue ordenado el crimen de Iguala y la desaparición de los jóvenes, sino que esta injustificable y criminal tragedia, fundamentalmente es producto de la asociación delictuosa, entre la delincuencia de la región y autoridades locales, en un ambiente de irracional y extremo autoritarismo, pensando que un escarmiento a los jóvenes de Ayotzinapa, podría darse sin que nada pasara.

También señala López Obrador, que el desmoronamiento de la llamada «verdad histórica», urdida durante la administración priista pasada, una secuela de complicaciones  generó y apunta todo, a que hasta en el centro de mando de las fiscalías General de la República y la especializada para el caso, incrustada estaba la red de complicidades, para encubrir lo sucedido en la llamada «Noche de Iguala».

Que en evidencia quedó lo anterior –indica–, cuando el proceso para solicitar las órdenes de aprehensión de diversos funcionarios, comenzó con base en el primer informe de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia (Covaj) de agosto del 2022, que al interior de dichas instituciones, produjo una rebelión.

Notorio se hizo ello –abunda–, cuando agentes del Ministerio Público y otros funcionarios comenzaron a renunciar; ante esta inesperada y sorpresiva reacción, surgió la hipótesis de que con esa decisión, estábamos alterando una confabulación, que al ex procurador (Murillo Karam –hoy preso–) y a otros ex funcionarios, muy campante tenía.

Reconoce en su obra, que no han tenido éxito los trámites de extradición de Tomás Zerón, prófugo en Israel y acusado de encabezar actos de tortura, cuando como jefe de la Agencia de Investigación Criminal se desempeñaba, porque al parecer, empresas de ese país que venden equipos de seguridad, a su antiguo cliente y socios están protegiendo.

A los militares involucrados en los hechos de Iguala, se refiere también el titular del Ejecutivo Federal. Admite que, alguna omisión o confabulación de algunos elementos castrenses pudo existir, pero que algunos fueron detenidos, aunque contra ellos, no se tenían suficientes pruebas.

Pensando que, para no tocar a los militares, no íbamos a proceder (en la solicitud y ejecución de órdenes de aprehensión), por lo tanto, se buscó reventar dicha instrucción, incluyendo a más de los que el informe de la presidencia de la Covaj indicaba y que también fueron detenidos.

Por ultimo, documentos conocidos por el trabajo de la Covaj publica en el libro, entre ellos, transcripciones de comunicaciones realizadas entre autoridades locales e integrantes del grupo criminal «Guerreros Unidos», así como la versión de un testigo, que respaldan el hecho de que a varios estudiantes tuvo en su poder esa banda delictiva y presumiblemente, a una funeraria fueron llevados algunos, en donde los habrían cremado.

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