Adela Román y la importancia del rescate financiero de los municipios

Si algo hay que destacar del primer año de gobierno de la presidenta municipal de Acapulco, es su llamado a rescatar financieramente al Ayuntamiento, y no sólo a éste que gobierno, sino a los municipios del País, que enfrentan una dura situación, que los pone al borde de la quiebra.

Y es que lo más fácil es acudir a la federación a pedir recursos para obras con las cuales el alcalde se luce, o hacer obras endeudando al municipio por varios años más allá de la administración que lo hace, como ha ocurrido con algunas cuyos créditos aún se están pagando, o ir a pedir el apoyo del gobierno estatal, como había ocurrido hasta ahora, pero esas son medidas que no sólo no resuelven el problema económico de los municipios, sino que lo agrava.

En ese sentido llama la atención que la alcaldesa de Acapulco busque aprovechar su cercanía con el presidente de la comisión de Presupuesto de la cámara de diputados Alfonso Ramírez Cuellar, así como con algunos integrantes del gabinete presidencial y con el propio Andrés Manuel López Obrador, para irse al fondo del asunto: el rescate financiero de los municipios, abordando la injusta distribución de los recursos fiscales.

Hacia allá se encamina lo ocurrido el pasado 28 de agosto en la ciudad de México, durante su participación en la Segunda Reunión Municipalista de la Secretaría de Gobernación y el Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal (Inafed),donde Román Ocampo, reafirmó la propuesta de la Asociación de Autoridades Locales de México A. C. (Aalmac) para reformar la Ley de Coordinación Fiscal.

En su discurso, la alcaldesa de Acapulco y también secretaria general de la (Aalmac), expresó que los municipios de México comparten problemas financieros comunes y se requieren de rescates económicos urgentes para volver a operar con normalidad financiera, por lo que han propuesto realizar una Convención Nacional Hacendaria y analizar propuestas que hagan justicia a las finanzas municipales.

Asimismo sostuvo en esa reunión que tienen que darse reformas constitucionales, que tiene que reformarse el artículo 41, que tiene que agregarse que la soberanía se ejerce a través de los municipios, de las alcaldías, que tiene que dársele al municipio la importancia que verdaderamente tiene y vale la pena rescatar de su discurso el enfático planteamiento de que los ayuntamientos “somos la autoridad que está cercana a la gente, somos a quien le tocan la puerta, se la patean” y vaya que se la patean, porque al municipio le reclaman hasta acciones y obras que no le corresponden por la división de poderes.

Ahí compartió con los representantes la situación financiera que enfrenta Acapulco, las deudas históricas con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), entre muchas otras y no se puede decir que no haya tenido interlocutores o que haya sido un mero discurso en el vacío, pues esa reunión estuvo presidida por la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien respondió en ese momento que hay la disposición del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien reconoce a los Ayuntamientos como las instancias más cercanas a la población, lo cual es un avance pero no se debe dejar sólo en el discurso, hace falta regresar a México por las acciones concretas que expresen que ese reconocimiento de la presidencia de la república a los municipios es real y no de palabra.

Lo mismo la alcaldesa tendrá que ver que hacen los otros participantes de la reunión como el subsecretario de Gobernación Federal, Ricardo Peralta Saucedo; el coordinador del Inafed, Rafael Cortés Gómez; el presidente de la Federación Nacional de Municipios de México (Fenamm), Cesar Garza Villareal; el presidente de la Asociación de Municipios de México (Ammac), José Ramón Enríquez; el presidente de la Asociación Nacional de Alcaldes, Enrique Vargas del Villar y el presidente del Aalmac, Francisco Javier Castellón, para que los municipios realmente sean rescatados.

Esta es la mejor coyuntura política para que Acapulco deje atrás su historia de deudas, más allá de los intereses políticos que puede haber en ellas, y comience una nueva era con orden en su administración y en sus Finanzas, para no volver a endeudarse y reglamentar la obligación de que los gobiernos municipales en turno procuren dejar sin deudas a las administraciones siguientes.

En ese sentido, Román Ocampo está obligada a tomar medidas urgentes de orden financiero, sobre todo en la CAPAMA, donde se ha denunciado públicamente a su director de Finanzas, de estar incurriendo en diversas irregularidades que cada vez más hunden a la paramunicipal y se atiene a que sea el municipio el que se haga cargo de su operación, en vez de afrontarlos como se ha hecho en el pasado cuando la CAPAMA tenía suficiente para cubrir sus gastos y hasta le sobraba.

La alcaldesa ha tomado el hilo del carrete, sólo le resta no soltarlo y pasar a la historia como quien dio nueva vida al municipalismo.

Si sólo hiciera eso, Adela Román, habrá salvado su administración y estará relanzando su carrera política.

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