Coyunturas políticas: Mantener la calma durante el periodo electoral

* Excluyen a Norma Otilia

Rafael Solano

En la contienda presidencial del año 2000, lo puede testificar la memoriosa hemeroteca, todavía faltaba sumar a los resultados nacionales la cantidad de votos depositados en las urnas de algunas entidades del sur del país como Oaxaca y Guerrero cuando el presidente de la república, Ernesto Zedillo Ponce de León, daba como ganador de la contienda al panista Vicente Fox Quesada. Recibió diversas recriminaciones de miembros prominentes del partido tricolor (algunos hasta lo calificaron de traidor) y el Ejecutivo de la nación salió a explicar que reconoció el triunfo del candidato opositor (obvio que al PRI) a pesar de que todavía faltaba el conteo de algunas entidades del sur del país porque, aunque el candidato priísta hubiera ganado en esas entidades, era tanta la ventaja en estados donde se concentraba más de la mitad de los electores de México que prácticamente ya había ganado, en cuanto a la cantidad de sufragios recabados.

¿Por qué es necesario o sería necesario recordar ese hecho? Porque aquí ganó el candidato presidencial del PRI, Francisco Labastida Ochoa. También Porque en nuestra entidad la preferencia electoral es motivo de descalificación. No se puede estar en desacuerdo con la mayoría (que nunca tiene la razón según una alocución de Jorge Luis Borges) por el riesgo de ser blanco de insultos. Por desgracia, la falta de cultura de nuestro pueblo, que en promedio tiene el primer grado de educación secundaria, hace imposible la convivencia, el pensar diferente en cuanto a la preferencia electoral. Pero hasta donde se advierte, que aquí gane Claudia Sheinbaum o Xóchitl Gálvez no tiene importancia. Por ello es que ninguna de las más fuertes aspirantes a ocupar palacio nacional (o el castillo de Chapultepec) inició en Guerrero su campaña.

Los aproximadamente un millón con 200 mil votos a ganar en esta entidad, son poco atractivos ante los más de 10 millones de Veracruz o los más de 15 millones de la capital del país o esa cantidad aproximada del Estado de México. Hay que recordar que, en la contienda de 2018, de los 56 millones de votos emitidos, el ganador se llevó 30.11 millones. Los poco más de 600 mil votos a favor del ganador emitidos por guerrerenses podían haber sido en contra y en nada hubieran influido. En el hipotético caso que la contienda fuera cerrada, solamente en ese caso, los votos de Guerrero, el 100 por ciento de éstos, que en la anterior contienda representaron alrededor del 2 por ciento, servirían para concretar el triunfo.

Por ello, ante la imposibilidad que los votantes de Guerrero inclinen la balanza hacia alguna de las candidatas que librarán la batalla electoral, lo prudente es mantener la calma. Parece pleonasmo, pero no lo es. De nada sirve entrar en polémica con los vecinos o conciudadanos cercanos porque, aunque aquí gane Claudia (o Xóchitl) al 100 por ciento, si no gana en las entidades con mayor cantidad de votantes, esos sufragios serán inútiles.

Lo prudente, siguiendo en el ámbito de lo recomendable, es trabajar o esforzarse (obvio, militantes de los partidos contendientes) para que los candidatos a senadores, diputados federales, diputados locales y presidentes municipales con quienes se simpatice, ganen la contienda. Eso sí es posible. Por supuesto que no se descartan conflictos durante el proceso electoral pero lo que hay que evitar son aquellos en donde no existe motivo aparente de pelea.

PASANDO A UN TEMA DISTANTE, Norma Otilia Hernández, la presidenta municipal que pidió permiso muy temprano para ir a la contienda por la candidatura y por ello, tuvo que regresar a esperar a los tiempos legales electorales, fue excluida de la encuesta de Morena con la que podría reelegirse en el cargo, de acuerdo con Iván Galíndez Díaz, regidor morenista del mismo Ayuntamiento. De acuerdo con lo publicado por Joaquín López Dóriga en su sitio web de noticias, la exclusión está relacionada con el escándalo por el encuentro que sostuvo con Celso Ortega Jiménez, señalado como líder de Los Ardillos, hecho que ocurrió a inicio de su periodo y fue dado a conocer a mediados del año pasado, cuando la primera autoridad municipal estaba en la cima de la popularidad. La exclusión fue revelada a mediados de la semana, justo después que diversos medios informativos dieron cuenta de una encuesta realizada por la empresa Demoscopia en donde la todavía alcaldesa resulta ganadora con amplia ventaja.

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