Coyunturas políticas: Sólo 5% de total de policías para seguridad hay Chilpancingo

* AMLO, molesto porque le dicen que coaccionó el voto

Rafael Solano

Chilpancingo sólo cuenta con 116 agentes de la Policía Preventiva y una parte de esta cantidad no resguarda a la ciudadanía que habita en poco más de mil colonias y sus cuatro barrios tradicionales, sino que cuida edificios públicos, dio a conocer la secretaria de Seguridad Pública, Martha Isela Velázquez Adame en la conferencia semanal matutina que ofrece la presidenta municipal Norma Otilia Hernández Martínez. El problema viene de administraciones anteriores y en este, por lo menos, no ha empeorado. El trienio que está por terminar se caracterizó por la celebración masiva de festejos populares y no por la solución de las carencias.

De acuerdo con los estándares recomendados por la Organización de las Naciones Unidas y establecidas en el modelo de operación policial, se debe contar con un mínimo de 1.8 (dos) policías por cada mil habitantes. Tomando en consideración que Chilpancingo tiene 283 mil 354 habitantes, son necesarios 510 elementos para cuidar a los ciudadanos, aunque esta cifra se debe duplicar porque los policías no pueden estar en labores de vigilancia en turnos mayores de 12 horas. Es decir, que la seguridad pública está asegurada, con la presencia policial, en solo un 5 por ciento.

La funcionaria municipal también diría que la prevención de delito en la capital de la entidad la realizan policías preventivos estatales y agentes de la Guardia Nacional y militares; al reiterar que no hay la cantidad requerida de policías para resguardar a la ciudadanía, añadiría que “al no tenerlos, se está haciendo lo humanamente posible para atender la seguridad”. En un pasado reciente, el gobierno del estado le prestaba policías a Chilpancingo, pero desde el 2005, todos fueron concentrados a la corporación estatal.

También aludió a que desde el primer año de la actual administración se abrió una convocatoria para contratar policías y en los tres años, aunque varias decenas de aspirantes se presentaron, sólo ingresaron 28; la corporación municipal no creció porque fue mayor el número de elementos que causaron baja. Otro problema que acentúa la falta de policías municipales se debe a que hay diversos filtros como control de confianza, exámenes médicos, psicológicos y físicos, que vienen después una capacitación de tres meses en la Universidad Policial.

Em fin, no hay policías y por eso, la violencia criminal y de todo se llega a sentir hasta a 100 metros del Ayuntamiento y junto a palacio de gobierno.

PASANDO A UN TEMA DISTANTE, el presidente Andrés Manuel López Obrador se lanzó de nuevo en contra del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) tras haber determinado que coaccionó al voto durante el pasado proceso electoral por realizar promoción personalizada y difundir propaganda gubernamental en periodo prohibido. En la última conferencia de prensa matutina de la semana transcurrida, un día después de lo señalado por el tribunal electoral, embestiría con furia contra el enemigo del momento: “No tienen ningún fundamento; no es que no pueda castigarme por ser un asunto administrativo, es que sencillamente, claramente, están mintiendo, están falseando la realidad. No tienen pruebas”.

Calificó a los magistrados electorales de “mentirosos, corruptos; sostienen que yo presioné a la gente para que votaran en favor de la presidente electa, ¿dónde están las pruebas?”. Dirigiéndose a los periodistas que acuden a sus conferencias, expresó que a ellos les constaba que él no había hecho campaña a favor de Morena ni de la entonces candidata presidencial, Claudia Sheinbaum.

También negó haber ejercido violencia política en contra de la excandidata presidencial opositora Xóchitl Gálvez, como previamente lo había determinado también el TEPJF. “Bueno tan es así que a ustedes les consta y le consta a todos los que ven en la mañanera: ¿qué campaña hice yo a favor de Claudia Sheinbaum, candidata de Morena? ¿Qué hice para ofender a la candidata Xóchitl Gálvez? En una ocasión hasta tergiversaron lo que yo aquí planteé. Hasta castigaron a un funcionario del Consejo del INE porque se atrevieron a manipular lo que yo expresé sobre la señora Xóchitl, y por lo general nunca la mencioné. Hagan un estudio de todas las mañaneras, ¿cuántas veces hablé yo de ella?”, agregó.

El jueves 11 el TEPJF determinó que López Obrador coaccionó el voto para favorecer a Morena durante los días 9 y 11 de mayo pasados, cuando estaba en pleno la campaña para elegir a los gobernadores del Estado de México y Coahuila.

El presidente insistió que mienten los magistrados del Tribunal Electoral y de manera inesperada, volvió a atacar a la periodista Anabel Hernández, quien en su más reciente libro asegura que el presidente habría recibido dinero en 2006 cuando fue candidato presidencial por primera vez, de parte del crimen organizado. “Es algo parecido a la pseudo periodista Anabel, que inventó que yo recibí dinero en el 2006 de narcotraficantes, esto aparejado a una campaña difundida en Estados Unidos desde enero de este año, en donde participaron estos periodistas famosos, el Tim Golden, el premio Nobel del periodismo. Nada más para que vean la decadencia en la que están los medios de información, mejor dicho, de manipulación”, expresó. López Obrador sostuvo que los periodistas más famosos son generalmente los más calumniadores y hasta los premian.

Regresando al tema del señalamiento del tribunal electoral, recalcó que espera que sus integrantes cambien, pues acusó que durante el periodo neoliberal hicieron muchas cosas para engañar al pueblo. “Seguramente estos magistrados son del bloque conservador, porque así era antes. Todos estos organismos estaban manejados por conservadores, por reaccionarios, por gente que llegaba ahí recomendada por los que se sentían dueños de México. Hay excepciones, pero, por lo general, están cundidas las instituciones por gente que tiene un pensamiento conservador y servil, porque no hay pruebas de nada”, concluyó molesto.

En fin, todo parece indicar que el final del sexenio de López Obrador será similar a como inició: el presidente lanzando diatribas contra sus enemigos reales e imaginarios, como si todavía estuviera en campaña. Quizá su periodo de gobierno fue un mitin permanente.

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