El Halcón Peregrino; AMLO y el espíritu de Mesoamérica

En el pasado viernes 26 de abril, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en una de sus cotidianas conferencias de prensa matutinas, declaró que mediante el Tren Maya, el Corredor Trans-ístmico, la franja industrial de la Zona Libre de la Frontera Norte y los demás “proyectos regionales de desarrollo”, su gobierno intentará “captar el flujo migratorio en su tránsito” hacia Estados Unidos, y “anclar a quienes huyen de la pobreza” en estas regiones; es decir, que mediante esta medida –anunciada en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) –, el gobierno pretende que los migrantes –mexicanos y centroamericanos– permanezcan en México como mano de obra, y ya no continúen su camino hacia los Estados Unidos.
“El objetivo central de esta política no es, como se ha querido interpretar, resolverle a Estados Unidos el problema de la llegada de migrantes, sino garantizarles a éstos los derechos al trabajo, la vivienda, la seguridad, la educación y la salud que el país les ha negado por décadas”, prosigue enseguida el PND.
Hace unos meses, el Gobierno Federal había anunciado la extensión de sus programas de entrega de tarjetas de visitante trabajador fronterizo (que sólo beneficiaban a ciudadanos de Guatemala y Belice, y con las que podían transitar en los estados de Chiapas, Campeche, Quintana Roo y Tabasco; es decir, no más arriba de Oaxaca), a ciudadanos de Honduras y El Salvador.
Hay que recordar que hace un año, en el 2018, el todavía Presidente de México, Enrique Peña Nieto, trató de retener a la caravana conocida como el “éxodo centroamericano”, en el sur del país, mediante la entrega de las mismas tarjetas, pero el plan fracasó y la caravana avanzó hacia el norte de México, con la intención de ingresar a los Estados Unidos.
Ahora bien… Tal vez el que esto escribe, comience a comprender al Peje… Muchos lo tachan de ignorante… Pero el Peje no lo es… Creo que posee la combinación perfecta -valga el calificativo- de conocimientos, experiencia y una visión amplia, profunda y a muy largo plazo, para llegar a ser no sólo uno de los mejores presidentes de México, sino un gran estadista, que aportará mucho a la América Latina y el Caribe… Considero que el peje conoce muy bien la Historia Mundial, pero más la Historia de México… Y al tratar de realizar los tres proyectos mencionados (el Tren Maya y el Corredor Trans-ístmico en el sur-sureste de México, y la franja industrial de la Zona Libre de la Frontera Norte), considero que lo está haciendo, pensando primordialmente en el bienestar económico y social de los mexicanos, pero también en el bienestar de nuestros hermanos centroamericanos; como un compromiso histórico y moral, que se remonta tal vez a unos dos mil años antes de nuestra era (unos cuatro mil años atrás), cuando comenzó a formarse Mesoamérica, que en el transcurso de su desarrollo, fue dominada sucesiva y preponderantemente por los olmecas, los mayas, los teotihuacanos, los toltecas y los aztecas (como antiguas metrópolis), y que abarcó desde el centro y sur de México, hasta buena parte de Centroamérica -hasta lo que hoy es Honduras, digamos-, y cuyos decaimientos se debió -entre otras causas-, a la escasez o extinción de los nutrimentos vegetales y animales básicos para su sobrevivencia… A excepción de los aztecas, que fueron conquistados militar y «espiritualmente» por los españoles –fundamentalmente en 1521–, antes de que tal vez hubieran alcanzado dicha etapa de decaimiento… Tal vez este enfoque ayude a entender el afán, últimamente intenso, violento y caótico, con que hondureños y otros nacionales centroamericanos han tomado el territorio mexicano, como país de tránsito rumbo a los Estados Unidos (la actual metrópoli de América, quién sabe durante cuánto tiempo más) y tal vez Canadá, a fin de materializar la esperanza de una vida mejor, para ellos y para sus familias (que muchos mexicanos han hecho también, de los pueblos a las ciudades, y de un estado o país a otro, principalmente a los Estados Unidos), que como en las citadas culturas que predominaron en el México antiguo, han perdido en sus países de origen; en un fenómeno de nacimiento, desarrollo, auge y decadencia (que conlleva a la emigración), que a lo largo y ancho del mundo, se ha repetido milenariamente…
Salvo su mejor opinión, querido lector…

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