El Halcón Peregrino: La captura y liberación de Ovidio Guzmán: el principio del fin

Mis respetos para el Presidente de México, don Andrés Manuel López Obrador, el tlatoani-tlacaélel de México… Estadista en ciernes… Mezcla de serenidad, estrategia, sabiduría, amor a México y Mesoamérica ¡y decisión!… Por lo pronto, mientras apuramos este trago tan amargo (causado por un operativo policíaco-militar desafortunado, en el que elementos del Ejército Mexicano y de la Guardia Nacional, logran detener a Ovidio Guzmán López –hijo del ex jefe del Cártel de Sinaloa y actualmente preso en los Estados Unidos–, y ya por la noche de ese mismo jueves 17 de octubre y ante la intensa ola de violencia desatada por diversas células criminales a su cargo en varios puntos estratégicos de Culiacán, capital del estado de Sinaloa –entre la que se incluye cercos a unidades habitacionales ocupadas por familias de militares y amenazas de muerte a éstas y a demás personas inocentes–, altos mandos no tuvieron más que ordenar su libertad), por lo menos, las autoridades encargadas de la seguridad pública, estatal y nacional, posiblemente ya han  de haber tanteado un poco más, el alcance, tipo y durabilidad de las reacciones tácticas de algunas células del grupo criminal asentado en Culiacán, Sinaloa, sus alrededores, el resto del estado y en zonas adyacentes… Algo al respecto trata la película «Ronin» (aunque en situaciones un tanto diferentes), cuando el protagonista interpretado por Robert de Niro, somete a prueba las reacciones de los escoltas de un personaje «objetivo», insinuando materialmente un peligro… O, de igual manera, la película «Fuimos héroes», protagonizada por Mel Gibson, sobre un pasaje de la intervención bélica estadounidense en Vietnam del Norte, en cuya parte final al término de una batalla de varios días, en que los invasores obtienen la victoria, ayudados por helicópteros artillados y aviones con bombas de napalm, un comandante vietnamita reflexiona más o menos lo siguiente: «Bien, probamos sus tácticas y ellos las nuestras, pero el final será el mismo, con la diferencia de que habrá más muertes por ambas partes»… Al final, Vietnam del Norte gana la guerra y se unifica con el Sur… Claro, no hay que pasar por alto que se trata de ficciones, aunque basadas en situaciones reales y lógicas, y que la realidad siempre superará a la fantasía…Sin embargo, por su naturaleza aunque muy a largo plazo, el Estado mexicano goza de mayor capacidad y potencial que las bandas criminales asentadas en el país, más aún al disponer de una amplia base social…

Por otro lado, la liberación del hijo del “Chapo” Guzmán, causó multitud de diversas reacciones a favor y en contra del Presidente de México, entre estas últimas, señalamientos de falta de valor por acceder a la liberación de dicho personaje…

Al respecto, sobre quienes piden la aplicación de la fuerza, cabe recordar por ejemplo, en el caso de Acapulco, que hubo un tiempo en que se pregonaba: «Si amas a Acapulco, no hables mal de él», en alusión a no difundir noticias sobre la ola de violencia que aún sigue imperando… De igual manera, en que la gente volteaba pa’ otro lado, y hacía como que no oía ni veía, el asesinato que se estaba cometiendo al lado… Ni los muertos por donde pasaba uno… Por ejemplo, me tocó ver una vez a un trabajador, cerca del cual un malandro fue cosido al parecer de seis balazos, de los diez que se escucharon… Su compañero se murió del susto (también al parecer)… Mientras que dicho trabajador, duraría unos diez minutos como estaba: sentado y como piedra por el susto… Ni pestañeaba, creo… No fuera a ser que los sicarios hijos de puta todavía anduvieran por ahí, y le fueran a pegar su balazo, por andar viendo lo que no… Por cierto, el malandro por el que iban los sicarios, al parecer sobrevivió…

De igual manera, también cabe señalar casos personales de peleas callejeras, en que así como hemos sentido valor, hemos sentido miedo… Hemos ganado y hemos perdido, algunos a veces de manera contundente… Pero una cosa he aprendido… Que hay que tener muchos huevos, agilidad y eficacia mental y serenidad, tanto para combatir y vencer, como para rehuir el combate (pasando por alto la ofensa sufrida y exponiéndose a quedar como un cobarde), cuando la posible victoria puede acarrear pérdidas superiores…

Los enemigos de Andrés Manuel López Obrador, lo acusan de que “no tuvo huevos” al dejar libre al Chapito, sin embargo, nos queda claro lo acertado de su decisión, como ya se dio al principio, pues no dudó en preservar la vida de inocentes, sin reparar en los costos políticos, y aguantando de pie las críticas de la oposición.

Luego entonces, la captura y liberación de Ovidio Guzmán, resaltaron una cosa: Quiénes son los enemigos de la sociedad… Esto es, el principio del fin… Y si esto no se cree, al tiempo…

Salvo su mejor opinión, querido lector.

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