Tercera Vía: Escuela normal rural de Ayotzinapa, o centro de entrenamiento paramilitar

Ernesto Rivera Rodríguez

A qué ordenamientos responden los cuadros de supuestos estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa. En tanto el asesinato del estudiante Yanqui Kothan por un policía Estatal, sin duda qué al presidente AMLO «le cayó como anillo al dedo». O No?

Tiene tres días hablando del tema, desde su púlpito en la mañanera, como catequizador dando directrices sin sustento, y prendiendo más fuego a la pradera guerrerense y en sesgo da apoyo a la gobernadora que No sabe qué hacer. Qué manera tan perversa de lavarse las manos con sangre.

El supuesto asesino del estudiante Yanqui Kothan Gómez Peralta nunca estuvo detenido, lo dicho por el presidente en la mañanera del martes pasado, más qué un dicho No verificado, fue una clara provocación con un claro destino, que se cumplió desgraciadamente con creces.

Cómo se puede escapar alguien qué NUNCA estuvo detenido? Y en todo caso a tal personaje quién lo tenía bajo resguardo administrativo? Y hoy desmarca a las autoridades estatales de su responsabilidad en los hechos, cuándo ayer lanzó el cerillo encendido a la pradera seca, en un acto de perversa dirección.

La sociedad guerrerense ya está cansada por no decir qué «ya está hasta la idem», por la violencia itinerante de los estudiantes normalistas quienes ayer con la violencia y destrucción a inmuebles e incendios a vehículos, de la Fiscalia General del Estado,  iniciaron una semana de acciones violentas, para exigir la destitución de funcionarios, según

la advertencia más que aviso de Vidulfo Rosales, manejador del movimiento Tlachinollan, qué con un discurso envenenado ya no buscan justicia, una justicia qué el estado de derecho les ha negado durante años por omisión y/o comisión a tal grado han rebasado toda instancia legal, arrojándolos al vacío de la violencia, de odio y venganza.

Sí, porque han sido arrojados, manipulados, hoy convertidos en herramientas de desestabilización política y social. Muy lejos del magisterio para lo cual se inscribieron.

El asesinato del joven Yanqui Kothan, a todas luces injustificable por policías estatales, se ha convertido en un ardid político policiaco, dónde la única a la que han secuestrado en su autoridad de investigadora es a la Fiscalía General del estado, y en medio de esto a la imagen y autoridad de la gobernadora Evelyn Cesia Salgado Pineda.

En contraste de la actitud de su padre, el senador en campaña por su reelección sin licencia Félix Salgado Macedonio, se filmó en una actuación circense de «arlequín» calentano, en un momento crucial de la gobernabilidad y seguridad del estado. El síndrome de la falta de atención qué ha padecido Félix toda su vida, no tiene cura. Pero su supuesta drogadicción sí. Todo un caso para el psiquiatra, parafraseando a la Trevi.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *