Tercera Vía: Las «Matrushkas» de la LXIV Legislatura

Ernesto Rivera Rodríguez

¿Cuánto duró la «supremacía aria»? ¿Cuánto va a durar la «supremacía constitucional local», con una legislatura, la LXIV, qué es un remedo de las muñequitas rusas conocidas cómo «matrushkas»?

La supremacía aria a la guerrerense, no es más qué un remedo con total supina ignorancia de lo que se han atrevido a aprobar, la reforma al artículo 117 constitucional referente en materia de impugnabilidad, qué se aprobó por mayoría

 en medio de un conflicto interno de verdaderas proporciones de «vecindad»; de un lado Jesús Urióstegui el jefe de la plaza, y manejada por su instructor Félix Salgado, y enfrente, Jacinto González, insulso presidente estatal de Morena, enfrentado al poder legislstivo, Segundo Poder -lo qué queda de él- por una migaja de sus caprichos trans lGTVXYZ con los que hasta hoy se ha aferrado al poder.

Las matrushkas juegan su papel una dentro de la otra, idénticas, cada una menor exactamente a la que precede y  mayor que la antecede, a la qué tomó su lugar en la tribuna sin perder el ritmo «de l@ «monita cilindrera» qué los antecedió, para aplaudir y levantar el brazo al unísono, más de un@ escondida tras las borroneadas acciones afirmativas.

El tema del presidente de la Jucopo y el líder de Morena en Guerrero, sin duda ya se ventila en los lavaderos, mostrando con ello la bajeza de la calidad política legislativa qué se opera en Guerrero, su incompetencia e incapacidad para dirimir esos asuntos dentro de los órganos legislativos y de acuerdo a sus reglamentos internos.

El asunto del garrafal error al oprimir el botón por parte del diputado Alejandro Bravo, líder de la bancada priista en el Congreso local, a favor del dictamen de la reforma de imputabilidad, que ha sido interpretado hasta por freudianos conocedores de los inconscientes errores qué se cometen en momentos críticos en la toma de decisiones, pero otros sólo lo ven y examinan fríamente  cómo un hecho consumado de una acción premeditada. Cosas de la política.

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